Tal día como hoy, 29 de noviembre, pero de 2010, Libertad Digital revelaba algunos detalles de los momentos antes al Clásico de la Liga que disputarían ese día el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona y destaca que "Rosell da la bienvenida a Florentino Pérez a "nuestro país"". Los presidentes de ambos clubes se saludaban ante las cámaras antes de la tradicional comida de hermandad previa al partido.
Cuenta LD que Rosell y Pérez se fundieron en un abrazo y éste le dijo: "Presidente Florentino. Amigo Florentino, bienvenido a nuestro país y a nuestra ciudad, y a nuestro club". No fue la única vez que el presidente azulgrana se refería a Cataluña como "nuestro país". Sandro Rosell añadió que "me consta que eres un enamorado de nuestro país y de nuestra ciudad, no tanto de nuestro club". Florentino Pérez no quiso entrar en conflicto y se limitó a decir que "vengo casi cada semana a esta hermosa ciudad y, si el motivo es un gran partido, que como todo el mundo sabe es un encuentro universal, todavía mejor".
El presidente culé antes de hacerse con la presidencia mandó un contundente mensaje al todavía presidente Joan Laporta por haber utilizado el club como trampolín hacia la política y le dijo que "en el Barça no caben los extremismos". El 14 de junio, ya como máximo representante del Barcelona, Rosell hacía lo que parecía una declaración de intenciones al reconocer que "me gustaría que no hubiera más ismos, somos el Barça y aquí cabemos todos". A pesar de recalcar que "la catalanidad del Barça es incuestionable", eso no supondría "mezclar cuestiones políticas con el deporte".
Ese cambio de actitud se vio reflejado muy pronto. En un acto con peñistas del Barcelona se dirigió a ellos en castellano "por respeto a las personas de fuera de Cataluña". Esta actitud provocó las críticas de Laporta por "hacer guiños a la caverna mediática española". Parece que las críticas del antiguo presidente del Barça hicieron mella en su sucesor.
Es conocido el síndrome de La Moncloa que afecta a todos los presidentes del Gobierno durante su segunda legislatura. Algo parecido debe pasar en la presidencia del FC Barcelona. El que no quería mezclar política y deporte es un ejemplo más.
Fue durante la comida con la directiva del Sevilla cuando se le empezó a ver el plumero. El equipo sevillano acudió al Camp Nou con un lema en su camiseta "Orgullosos de Andalucía". Y en dicha comida, el presidente Del Nido dijo a Rosell que "Cataluña es una región de España". Éste le contestó que "Cataluña no es una región, es un país con un sentimiento como tal y con sus señas de identidad propias, pero en ningún caso esta junta se dedica a la política".
Llegó la hora de que el Barça jugara la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao y los precedentes auguraban una gran pitada al Rey y al himno de España. Rosell lejos de hacer un llamamiento a la prudencia deseó que los barcelonistas "expresen libremente sus sentimientos". Meses después se mostró partidario de que "Cataluña debe tener derecho a tener selecciones deportivas nacionales" y dejó claro que el club que preside se alinearía siempre con la Generalidad de Cataluña.
Así se pudo comprobar tras la Diada de Cataluña. Sandro Rosell, que había asegurado que "con Cataluña independiente, jugaríamos la Liga española", dijo que "siempre defenderemos el derecho de los pueblos a decidir". El 7 de octubre, aprovechando la repercusión mediática a nivel mundial de un Barça-Madrid, el Camp Nou se llenó de banderas independentistas y se corearon cánticos a favor de la independencia de Cataluña.
Como Laporta, Rosell ha politizado a un club que no sólo tiene seguidores en Cataluña. Su predecesor tras dejar el club dio el salto a la política y obtuvo un escaño en el parlamento catalán. Sandro Rosell todavía no ha decidido lo que hará cuando deje la presidencia del club.