En una nueva comparecencia ante los medios tras la primera ronda de negociaciones, Artur Mas ha vuelto a dejar claro que el referéndum ilegal sobre la independencia es una condición irrenunciable para un pacto de gobierno.
Tras reiterar que no se arrepiente de haber convocado los comicios –"convenía hacerlo, tienen un sentido claramente democrático", ha dicho-, Mas ha dicho que tras las elecciones prueban que "un gobierno que aplica políticas de austeridad puede salir adelante" si "se afrontan desde la verdad".
Sobre el pacto que necesitan para gobernar, Mas ha insistido en que Cataluña requiere "una legislatura estable" y ha apelado a los partidos, en alusión a ERC y PSC, a "estar a la altura". El Gobierno, ha añadido, debe ser "fuerte, estable y serio" y son necesarios "apoyos permanentes, no aislados". El "doble objetivo" de ese Ejecutivo, ha añadido, debe ser "la salida de la crisis" y "una apuesta clara por el derecho a decidir".
Mas ha contado que han iniciado "contactos con ERC" y que también "están previstos con el PSC". Han elegido a ambos partidos porque "uno claramente puede compartir los dos objetivos, superar la crisis y la autodeterminación" e "intentaremos que también esté el PSC", del que no saben "si está también en la línea del derecho a decidir".
Sobre la fórmula de gobierno, Mas ha dicho que para él "lo ideal" sería "un gobierno de coalición con quien esté a favor de los dos objetivos", pero ha dicho que "no parece posible" tras el rechazo de ERC. La búsqueda ahora es de una fórmula "lo más estable posible".
Mas ha pedido que en la negociación no haya "cartas escondidas, todas las cartas deben estar encima de la mesa", pero sin embargo ha reclamado que las negociaciones sean "discretas" porque "hay cosas que no se pueden hacer continuamente radiadas".
Aguantar "las amenazas y la demagogia"
El de CiU también ha reclamado "un programa conjunto en el que todos hagan sus aportaciones y sus renuncias" y, sobre todo, que haya "confianza mutua" entre los distintos partidos que participen en el gobierno o lo apoyen.
Por otro lado, Artur Mas ha mantenido el tono victimista de los últimos meses en largas partes de su discurso, como cuando ha dicho que "si no estamos dispuestos a aguantar las amenazas, el populismo y la demagogia" no ni habrá superación de la crisis, ni "consolidación del estado del bienestar" ni consulta independentista.
El primer desencuentro con ERC
En el turno de preguntas, Artur Mas se ha referido a la concreción de ERC, que ayer se adelantó a CiU y puso fecha al referéndum: septiembre de 2013. Según ha dicho Mas, en su primera conversación con Junqueras "no se habló de año concreto ni de mes concreto". Sólo se insistió en el "compromiso claro de que hay que hacerlo en la próxima legislatura. "Una cosa es ir deprisa y otra cosa sin orden. No se me ha comentado en ningún momento", ha reiterado en alusión a la propuesta.