A partir de ahora, habrá tres bloques diferenciados. En un primer bloque se enmarcan las asignaturas denominadas "troncales o instrumentales", que en Primaria son: Lengua, Matemáticas, Ciencias e Inglés y en Secundaria: Biología y Geología, Física y Química, Geografía e Historia, y Economía.
El Estado pasará a 'controlar' el 100 por 100 del contenido de dichas asignaturas frente al 65% que decidían hasta ahora las comunidades autónomas con lengua cooficial y el 55% que podían marcar el resto, según han asegurado fuentes ministeriales. Asimismo, a partir de ahora, el 55% de las horas deberán ser dedicadas a estas asignaturas troncales.
Por otro lado, en el segundo y tercer bloque se encuentran las asignaturas que elijan tanto las comunidades autónomas como las que decidan los centros educativos. Entre estos dos bloques se repartirán el 50% de las horas restantes. Las asignaturas que no quieran coger las comunidades, lo podrán hacer las escuelas para hacer efectiva la especialización. "Habrá centros que se decanten, por ejemplo, por el Latín y Griego, y otros, prefieran centrarse en las Artes Escénicas", señalaban a este periódico fuentes ministeriales.
Otro de los cambios relevantes que recoge el borrador de la Ley de Mejora de Calidad Educativa (LOMCE) es que se podrá pasar de curso sólo con 2 suspensos, o excepcionalmente con tres siempre que no haya dos asignaturas instrumentales suspendidas. Hasta ahora, en ESO, se podía pasar hasta con 4 asignaturas suspendidas. Los alumnos podrán repetir hasta dos veces en ESO. Habrá programas de mejora del aprendizaje y rendimiento desde segundo. Al final de ESO habrá una evaluación individualizada por la opción de Bachillerato o FP, que será necesario superar para obtener el título. Será sobre las materias troncales y específicas, excepto Religión y su alternativa.
Y en Bachillerato, sólo se podrá repetir una vez por curso y excepcionalmente dos veces un mismo curso. Se pasará de un curso a otro con hasta dos suspensos, de los que los estudiantes deberán matricularse nuevamente.
Luego están las ya famosas reválidas en ESO y Bachillerato, donde los alumnos se examinarán de todas las materias troncales y de una específica. La calificación será de 0 a 10, y se aprueba con un 5. Habrá también una evaluación final en Primaria (pero no será puntuable, en el sentido de que no se tendrá en cuenta para pasar a la ESO). En ella, los alumnos tendrán que demostrar sus conocimientos en Lengua, Matemáticas, Ciencia y Tecnología. "El resultado de la evaluación se expresará en niveles: bajo, intermedio y alto".
Religión y Educación para la Ciudadanía
Desaparece del proyecto la asignatura de Educación Cívica y Constitucional, la nueva Educación para la Ciudadanía, que prometió el ministro. El contenido de esta materia, la de Educación Cívica y Constitucional, se estudiará dentro de otras asignaturas.
En cuanto a la asignatura de Religión se queda como está: es decir, los centros tendrán la obligación de ofertarla, pero será optativa a la hora de elegirla los padres. La alternativa a Religión será Valores Culturales y Sociales (en Primaria) y Valores Éticos (en Secundaria). La nota de Religión y su alternativa no cuenta a la hora de hacer media, pero sí para pasar de curso.
Este cambio molesta especialmente a las comunidades gobernadas por el PSOE, como Andalucía o Asturias. Tras la reunión de este martes, la consejera andaluza, Mar Moreno, acusó a Wert de querer "entregar" la educación a "la escuela privada, al mercado y a la Iglesia Católica" con su propuesta de reforma. "Se ha evidenciado y consumado el matrimonio que ha elegido el ministro Wert: casarse por la iglesia con las comunidades autónomas del PP en exclusiva, con la Conferencia Episcopal, con el mercado y con la escuela privada". Y denunció además que en el segundo texto se ha dado un "giro ostensible" hacia posiciones "mucho más radicales y conservadoras" que en el primero.
Éstas son algunas de las claves de la nueva reforma educativa que prepara el Ministerio. No obstante, este martes se acordó una nueva reunión con todos los consejeros para el próximo 19 de diciembre. De ella, saldrá el borrador definitivo que se trasladará al Consejo de Estado para consulta.