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La prensa de un vistazo

El misterio del gorro de Cervera

El caso Cervera encandila a los periódicos que llevan mucha, mucha corrupción.

"En la grieta de la muralla", es el novelesco titular que elige El Mundo para el extraño caso del diputado del PP que tuvo que dimitir ayer por un turbio asunto de chantaje. Resulta que Cervera recibió un correo diciéndole que acudiera a la muralla de Pamplona a recoger un sobre con información comprometida para el presidente de Caja Navarra, que a su vez había recibido un anónimo chantajeándole con revelar cosas feas sobre él si no dejaba en esa muralla un sobre con pasta. Ni corto ni perezoso, Cervera allá se plantó para ver si estaba el sobre. Y allí estaba, oye, en el mismito sitio donde le habían indicado. El sobre... y la Guardia Civil esperándole. "Un rocambolesco thriller de chantaje" dice Pedro J. que es. "No cabría descartar que alguien hubiera jugado con los dos", pero lo mismo da, porque tanto "si (Cervera) ha incurrido en algún delito como si se ha dejado engañar de una forma tan simple su dimisión era obligada", por pardillo por lo menos.

A Lucía Méndez le decepciona la versión de Cervera. "Es impropia de una novela negra mínimamente seria. Hay que ser un genio para inventarse una excusa tan naíf", el muy tontorrón. Tal vez haya sido "víctima de su propia obsesión. El odio es una emoción más poderosa que ninguna otra". Que aprenda del chantajeado. Su relato "sí tiene hechuras de novela negra, con sus chantajes, extorsiones y la suprema habilidad de acudir a la Guardia Civil para certificar su versión". Sospechoso, muy sospechoso.

Manuel Jabois es más indulgente con este "alma de cántaro". "Yo entiendo la adrenalina que habrá supuesto seguir instrucciones precisas en las que solo faltaba dar un saltito al llegar a la tercera baldosa y reemprender el paso en zigzag para llegar a una ranura y coger un paquete con documentos". Y todo en medio de la fría noche, en una oscura muralla medieval. Qué envidia, pero qué envidia.

Pedro J. se venga hoy de El País y La Vanguardia por ponerle a caldo con el borrador policial sobre las cuentas de Mas y Pujol en Suiza. "La policía logra más datos de cuentas suizas de Pujol y Mas", hala, chincha. "Quienes han tenido la frivolidad de titular en su portada que el borrador publicado por El Mundo era un montaje y su contenido una serie de bulos van a tener que tragarse sus palabras".

Pues lo lleva claro, Pedro J. si esperaba que El País le ofreciera sus más sentidas disculpas. "Interior vuelve a enredar con el borrador contra Mas", titula la escondida columnita en la que lleva el asunto. Porque en portada prefiere la economía, y más cuando aporta su segunda pócima a "la salida de la crisis. Asegurar las pensiones". Sobre el caso de la muralla de Cervera no hace sangre. "Un diputado del PP dimite tras ser detenido por un supuesto chantaje. Su partido no hizo mucho por defenderle", dice. Cuenta Javier Doria que el intrépido diputado "pasó una vez por la zona y, al ver una cámara, se marcho". Pero esa maldita faceta de fisgón que todos tenemos le pudo y "regresó camuflado con un gorro y una bufanda", como ya contó en primerísima primicia Pablo Montesinos en LD.  Los agentes que le esperaban debieron de flipar en colores. A El País le caía bien el muchacho. Fernando Garea dice que en el PP era un "marciano virtual", "afable, educado y tímido" y se llevaba fatal con "miembros de su partido inmovilistas y alejados del siglo XXI" que consideran Twitter una "máquina infernal". Así que le dejaron caer.

La Razón da otra versión del detalle de la máscara. Cervera "acudió a recoger el sobre con gorro de lana que ocultaba su identidad", dice corroborando a El País. No obstante, no las tiene todas consigo. "Llamó la atención que en ese lugar hay una cámara de seguridad, por lo que no se puede decir que llevara gorro de lana para ocultarse". ¿No? ¿Para qué, entonces? ¿A quién se le ocurre ponerse un gorro y una bufanda en Pamplona a no se cuántos bajo cero? No me cuadra y no me cuadra. Exigimos una inmediata aclaración sobre las intenciones del prota. Dice La Razón que en el momento de la detención, "el diputado se identificó, pero los agentes", de natural desconfiados, "no le creyeron". Incluso al periódico más cercano al PP le ha dejado a cuadros la velocidad con la que Cospe le ha rebanado el pescuezo políticamente hablando, claro está. "El PP deja caer a Cervera porque tiene información de una ‘mala conducta’. Génova cortó los lazos con él con una diligencia desconocida".

ABC se queja de que "España paga el caos italiano" y de que "ERC traiciona su programa y apoya a Mas a cambio de la consulta". Resulta que ERC es, sobre todo, independentista, mira tú qué pedazo de sorpresa.  Álvaro Martínez dice que "el sentido común dictaba que tras su formidable costalazo electoral a Artur Mas no le quedarían ánimos para un triple mortal de la independencia". Pero ha descubierto que "Artur Mas y sentido común encajan regular en la misma frase". Al periódico de Vocento le parece de perlas cómo se ha cargado el PP a Cervera. "Le invitó a irse del partido para evitar daños. Cospedal zanja en 24 horas el asunto".

En La Gaceta encuentra apoyo Pedro J. Hoy publica documentos de las cuentas de Mas en Suiza. "Cuantos más detalles conocemos más asco da", dice. "No es un montaje, es un documento oficial" y "son ciertos todos los datos que han ido apareciendo en las últimas semanas en distintos medios de comunicación sobre la corrupción" en CiU.

Para Ramón Pi el caso Cervera tiene "trazas de ser una venganza de alguien contra Asiain o contra Cervera o contra ambos". Por el resultado yo me apunto más a la segunda opción. El banquero tiene que estar tirado por los suelos de risa. "Pero no es ni una historia de buenos y malos, ni de malos y malos, sino de malos y tontos. Porque solo a uno de estos últimos se le ocurre ir a buscar un sobre escondido entre piedras porque se lo ha dicho por email un desconocido". Claro, claro, ahora todo el mundo es muy listo, como a ellos no les ha pasado.

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