En plena tormenta con las instituciones de Cataluña por la reforma educativa que el Ejecutivo pretender poner en marcha en el próximo curso, José Ignacio Wert volvió a defender la necesidad de “clarificar” las competencias entre el Estado y las comunidades autónomas. Además, ante la dirección del Partido Popular, llamó a tomar conciencia de que España tiene “un problemón” si no se toman decisiones urgentes en la materia.
El ministro de Educación entró en arenas movedizas al afirmar que “el Estado ha ido cediendo competencias básicas”, y se centró en el capítulo relativo a la propuesta de una prueba a nivel nacional tras superar los estudios de bachiller. Y es que, destacaron fuentes del ministerio, “si es el Estado el que otorga los títulos, lo normal es que haya una prueba homogénea en el conjunto nacional”. Al fin y a la postre, "la cultura de la evaluación nacional", en palabras de Wert.
También se pronunció en términos muy firmes a propósito de las materias instrumentales, que son aquellas que el Gobierno quiere “reforzar” para dar solución al fracaso escolar, y que tendrá implantación nacional. “No me entra en la cabeza la hipótesis de que nuestros chicos y chicas sean más torpes o menos inteligentes”, destacó el ministro, que incidió en la necesidad de “corregir” un sistema que hoy no funciona, a tenor de todas las comparativas internacionales.
Wert, que hizo una defensa encendida de la formación profesional, tampoco rehuyó el choque con el Partido Socialista, que ha llegado a pedir formalmente su dimisión. Rechazó el “espíritu mercantilista” que según los socialistas tiene la nueva norma, e incluyó estos ataques en una estrategia de “distracción” y “confusión” de la opinión pública.
El pasado viernes, desde Bruselas, el presidente del Gobierno reiteró su respaldo al ministro negando tajante que le fuera a apartar del Ejecutivo: "Ya le digo con meridiana claridad que no", zanjó. Además, defendió el diálogo entre las distintas partes -como reiteró el propio Wert este mismo martes-, pero recalcó que "hay gente que entiende por hablar hacer lo que ellos digan", según Rajoy.