En una comparecencia en Ferraz para hacer balance de este año, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que su partido va a recurrir ante los tribunales "absolutamente todo" lo que implique la gestión privada de la sanidad porque, a su juicio, es algo que "no ha pasado nunca" y "rompe el modelo sanitario" implantado en España.
Para ello, ha anunciado que el PSOE constituirá un "grupo de expertos" para presentar los recursos y así intentar "frenar el proceso de privatización" que, según ha indicado, ha comenzado en la Comunidad de Madrid y que, según él, puede extenderse a otras comunidades autónomas, sin aludir al hecho de que en otras regiones ya hay hospitales de gestión privada.
En caso de que esto no funcione, Rubalcaba ha advertido de que los socialistas mirarán "con lupa dónde se gasta cada euro" y se ha comprometido una vez más a que cuando vuelvan a gobernar darán "marcha atrás". "Cuando ganemos las elecciones, que las vamos a ganar, daremos marcha atrás a las privatizaciones", ha dicho.
En su comparecencia ha rebatido una y otra vez que las medidas que ha tenido que impulsar el PP sean consecuencia de la gestión del gobierno del que él formó parte. "No es la herencia, es la derecha", ha repetido en varias ocasiones. También ha reiterado que se va a "empeñar" personalmente en paralizar "las privatizaciones" y la "Ley Wert", convertido en el otro caballo de batalla del PSOE.
Sin embargo, en el turno de preguntas ha cobrado protagonismo otro tema radicalmente distinto: la situación de su propio partido ante las voces que han vuelto a levantarse en estas navidades pidiendo que anuncie ya si será candidato, y también la posición del PSC frente al desafío separatista de Mas.
Sobre este asunto, Rubalcaba ha subrayado que "siempre vamos a estar en contra de los referendos de independencia". Respecto a la postura del PSC, que ha anunciado que se abstendrá en todas las votaciones referidas a la consulta, Rubalcaba ha dicho que "es una decisión suya" y que él se limita a "respetar lo que acordaron y punto".
El líder socialista ha indicado que el PSC "es otro partido, no es una parte del partido" pero ha descartado una ruptura porque, según ha dicho, "dos no rompen si los dos no quieren". Ha insistido en que "hay una discrepancia" pero siguen uniéndoles "muchas cosas, entre otras la voluntad de trabajar juntos".
Mucho más escueto ha sido Rubalcaba con el otro asunto, la crisis interna que sigue abierta en Ferraz. El líder socialista no ha querido pronunciarse sobre las primarias pese a la insistencia de la prensa porque, según ha dicho, sólo quería hablar de "lo que preocupa a los ciudadanos".