Según han indicado a Europa Press fuentes del Ayuntamiento de la capital, el operario trabajaba en el Consistorio como conductor de coches oficiales, puesto del que fue trasladado y reubicado en el Samur-Protección Civil tras la reducción del parque móvil municipal.
El funcionario recibió, al igual que otros compañeros, una formación reglada como técnico de emergencias durante seis meses, al término de la cual eligió puesto en el servicio de emergencias municipal en virtud de la nota obtenida. Francisco Manuel únicamente pudo optar a una plaza en la central de comunicaciones, atendiendo las llamadas que se reciben en el 112.
El noche de la fiesta de Halloween en la que se produjo la avalancha que provocó la muerte de cinco jóvenes este técnico estaba tutelado por otro con mayor experiencia, ya que llevaba pocos días en el puesto, según fuentes municipales consultadas por Efe. "Precisamente por eso la actuación del Samur fue correcta, desplegándose una unidad transcurridos sólo 40 segundos después de la llamada", añadieron las mismas fuentes.
El operario ha dicho esta mañana en declaraciones a EsRadio que todas las llamadas que se recibieron desde la zona del Madrid Arena estaban relacionadas con comas etílicos y que las ambulancias no podían acceder al recinto al ser recibidas "a botellazos y zarandeándolas".
De este modo ha justificado el tono frío de la llamada, dada a conocer este miércoles por el diario El Mundo, en la que le decía a amigos de algunas de las víctimas que tenían que trasladarlas al Paseo de Extremadura con Puerta del Ángel porque las ambulancias no podían acceder.