"Mas ignora la mano tendida por Rajoy y por el Príncipe", titula El Mundo y "se aferra al victimismo". O sea, que quiere más, y más y mucho más. A Federico Jiménez Losantos le llevan los demonios. "Dicen que el encuentro en el AVE resultó frío. ¿Y qué esperaban del tío que tapó con un cortinón negro el retrato del Rey?". Y es que no da crédito. "Lo que a mí me asombra es la capacidad de humillación de quienes representan a todos los españoles", dice con un cabreo supino. Y encima "fueron afrentados en público por el cúmulo de trolas del separatismo catalán, en las que Mas se mueve con la facilidad de la lombriz en el légamo (...) Dijo que Cataluña es la comunidad que más aporta a España. Mentira. Dijo que es la que menos inversión recibe. Mentira. Dijo que la inversión del AVE no es un gesto de generosidad sino el pago de una parte de lo que se les debe. Mentira. Vamos, que no les coceó en la cara porque el príncipe y Mariano son altísimos". Vamos, que no puede más. "Yo pagaría a gusto el AVE Figueras-Lausana con tal de perderlos de vista". Qué ganitas, pero qué ganitas.
El País corrobora. "La brecha entre Mas y Rajoy se ahonda". Y cuenta como el catalán hacía un feo tras otro a los que le daban el regalo. "Mas corta el intento de Rajoy y el príncipe de buscar un reencuentro", "se olvidó de la corrección política y habló muy claro", fue "muy duro" y soltó un "discurso inesperadamente áspero". Y mientras, el príncipe y Rajoy aguantando tralla sin soltarle el soplamocos que estaba pidiendo a gritos. Por cierto que les parece de perlas el trato de la fiscalía con Unió para eludir la cárcel. "Por primera vez en la historia de la democracia española un partido político reconce en sede judicial haber cometido un delito de corrupción". Admirable, oye. Asi que "algunos expresarán su insatisfacción porque estos delincuentes de cuello blanco político se libren de las rejas", pero es que hay gente que es muy tiquismisquis que lo que quiere es "articular desquites o venganzas".
A La Gaceta sin embargo le corroe el alma el "trato de favor para tapar la corrupción de Unió". Y dedica un editorial a ensalzar el "acierto de Rubalcaba", que ha puesto "pies en pared" sobre la posición de los socialistas en el asunto catalán. "Eso es una excelente noticia, porque demuestra que Rubalcaba coloca el interés nacional por encima de la inmediata conveniencia de erosionar a Rajoy". Qué contentito se va poner Rubalcaba.
La Razón puso la oreja y escuchó el diálogo "sobre la dieta de Mas" que mantuvieron en el AVE. Resulta que a la pobre Ana Pastor le tocó el papelón de "romper el hielo". "Has adelgazado president", le dijo a Mas tan amigable. "Ni un gramo, hija, pero tampoco he engordado", le siguió el rollo el president. Ahí vio Rajoy su momento. "¿Y haces ejercicio?". "Poquísimo. Un día a la semana, natación", le dijo Mas. Pastor seguía intentando quitar hierro. "Es la tele, la televisión engorda", y la natación mola un montón, pero "para las chicas es un rollo, porque tienes pelo y todo eso". Y así durante cien minutos hasta que llegaron a Figueras. Tela. Dice Merlos que Mas y Rajoy tienen "el síndrome de Tensión Política no Resuelta", vamos que hay "chispas que no terminan de saltar" y un "tira y afloja embarazoso para ambos".
ABC cree que "España mima a Cataluña. Barcelona es la provincia de España en la que más invierte Fomento". No obstante, no se chupa el dedo. Mas "no se cansa de mentir" y lanzar "embustes" y "unos kilómetros de AVE no les van a hacer cambiar sus ímpetus separatistas". Vamos, que estamos haciendo el primo.