Es, tal vez, uno de los viajes con más trascendencia económica desde que Mariano Rajoy accediera al poder, hace un año. Argelia es su principal suministrador de gas, supone el 42,5% del consumo, y empresas clave como Gas Natural Fenosa han puesto el foco en el país. Pero el Gobierno quiere abrir las relaciones comerciales a otros ámbitos, y equilibrar una balanza de la que el amigo africano sale ganando.
Para dejar clara la importancia del foro, al presidente le acompañaron cinco ministros -Exteriores, Educación, Industria, Fomento e Interior- así como el secretario de Estado de Comercio. Una Reunión de Alto Nivel (RAN) que no se celebraba desde hacía tres años, dicen fuentes gubernamentales por la "preferencia" de José Luis Rodríguez Zapatero por Marruecos, que distanció a ambas naciones. Ahora, Rajoy busca recuperar las buenas relaciones de la era Aznar, sin que esto pueda provocar el enfado del estado vecino.
El jefe del Ejecutivo se reunió con el presidente de la República, Abdedalziz Buteflika, y con el primer ministro, Abdelmalek Sellal. Se firmaron cinco convenios, gracias en gran parte a los encuentros mantenidos por los ministros con sus homólogos, sobre cooperación industrial, cooperación energética, uno para la concesión de visados, cooperación cultural y un acuerdo relativo a protección civil.
En una comparecencia pública sin preguntas, Rajoy enfatizó un nuevo cambio en las relaciones bilaterales: "El estado" de las mismas "es magnífica, y de eso nos hemos congratulado", afirmó ante Buteflika.
El presidente vendió las capacidades de las empresas españolas, "preparadas y capaces" y que buscan expansión en el país. De hecho, en marzo habrá una nueva reunión en Argel, en esta ocasión de empresarios de uno y otro país. "En muchas cosas se puede trabajar juntos", enfatizó Rajoy.