Tal día como hoy, 25 de enero, pero de 2012, Libertad Digital reproducía en su portada una de las "Reflexiones" del dictador Fidel Castro tras la muerte de un disidente más en las cárceles de Cuba en las que atacaba al Gobierno de Mariano Rajoy: "Fidel Castro dice que en España 'gobiernan los admiradores de Franco'".
El dictador cubano dijo que con motivo de la muerte del preso político Wilman Villar se había lanzado una "campaña mentirosa" contra Cuba desde Estados Unidos, la Unión Europea o España. Añadió que las condenas por el caso Villar eran una muestra del "increíble cinismo que genera la decadencia de Occidente" y aseguró que el pueblo cubano "no podrá ser jamás presionado ni chantajeado por los enemigos".
Castro aprovechó la crisis que atraviesa la Unión Europea y España y les instó a que se ocuparan de "salvar el euro si pueden", o resolver el "desempleo crónico". Del actual Gobierno del PP dijo que "no ignoramos que ahora en España gobiernan los admiradores de Franco" y que al país lo dirigía "la derecha fascista de Aznar, Rajoy y otros servidores del imperio" empeñados en "engañar y embrutecer al mundo" como recurso para mantener el "sistema global de dominación y saqueo".
La relación entre la dictadura de los Castro y los gobiernos del PP, sobre todo el de Aznar, no ha sido muy buena. Precisamente el expresidente del Gobierno siempre fue uno de los más críticos con el régimen cubano. En julio de 2003, desde Los Ángeles, José María Aznar dijo que el embargo contra la isla era utilizado por Castro, por lo que pidió a la comunidad internacional "pensar en el pueblo cubano y no satisfacer la vanidad de ningún dictador cayendo en sus provocaciones". Aznar deseó para Cuba lo mismo que tiene España: "una democracia en la que sus ciudadanos pueden pensar libremente y no ser encarcelados ni ejecutados por ello".
Tras la renuncia del dictador Fidel Castro y el ascenso como jefe de la dictadura a su hermano Raúl, los expresidentes español y checo, Aznar y Vaclav Havel, junto al escritor exiliado Carlos Alberto Montaner, pidieron en un comunicado que en Cuba comenzara un cambio democrático que permitiera a los cubanos tener "derechos". Apelaron a la "Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, del que Cuba es signatario, y al que nunca ha renunciado, aunque no se canse de violar". Y lamentaron que la supuesta renuncia de Fidel no se produjera "para dar un paso hacia un sistema democrático y plural".
Hace unos meses se supo que el dictador Castro reclutó exnazis en la crisis de los misiles de 1962, cuando la Unión Soviética desplegó sus misiles de medio alcance en territorio cubano mientras Estados Unidos se preparaba para una eventual invasión de la isla. Según el diario alemán Die Welt, los servicios de inteligencia de la Alemania occidental registraron que Castro estaba reclutando a exnazis para instruir a su ejército. Eran miembros de las llamadas Waffen-SS y oficiales del cuerpo de paracaidistas y zapadores, así como técnicos que habían servido al ejército nazi.
Según las actas publicadas, al menos cuatro oficiales de las SS respondieron a la oferta, aunque sólo hay constancia de que dos de ellos llegaran a Cuba. Además, también se ha descubierto que Fidel Castro pretendió adquirir armas europeas recurriendo a contactos con la ultraderecha alemana. Castro no quería quedar supeditado a los suministros de sus aliados soviéticos.