El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) consideró este martes que el nombramiento de Jonan Fernández como responsable de la Secretaría de Paz y Convivencia implica que el Gobierno vasco fomentará una "memoria inmoral" de lo ocurrido en el País Vasco.
La designación del ex coordinador de Elkarri significa "otro varapalo para los damnificados por ETA", según indica Covite en un comunicado, en el que asegura que el Ejecutivo autonómico "pone de manifiesto que busca asentar los cimientos de una visión parcial e inmoral de lo ocurrido en el País Vasco en los últimos 30 años".
El colectivo vasco de víctimas afirma que "no necesita valorar la trayectoria" de Fernández, de quien recuerda que fue concejal de HB y que a principios de los años 90 "tildó el terrorismo de ETA de 'violencia de contestación'", aunque admite que a mediados de esa misma década "se posicionó en contra de la estrategia violenta de la banda terrorista".
No obstante, Covite critica "con dureza" que Fernández defienda actualmente un final del terrorismo "sin vencedores ni vencidos", un planteamiento, añade la asociación, que "sigue al pie de la letra la hoja de ruta rubricada en Guernica en septiembre de 2010 por los herederos de Batasuna-ETA, Aralar, EA y Alternatiba".
"El planteamiento enarbolado por Fernández, y que a partir de ahora se hará extensible al área de Convivencia del Gobierno Vasco, legitima la teoría del conflicto y se decanta por la implantación de un relato parcial de lo sucedido durante 30 años de terrorismo".
A juicio de Covite, ese relato, "que no parte de la derrota del terrorismo, prevé definir una sociedad inmoral en la que la presencia de asesinatos selectivos quedará diluida en la historia".