Tal día como hoy, 12 de febrero, pero de 2009, Libertad Digital contaba en su portada la decisión del Partido Popular de recusar al juez Baltasar Garzón en la investigación sobre una supuesta trama empresarial relacionada con ese partido y titulaba: "El PP lleva a la Audiencia las portadas de El País".
La entonces portavoz de los populares en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y el coordinador del Justicia y Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, presentaron el escrito de personación del Partido Popular. En dicha recusación los populares tenían la intención de apartar de la operación Gürtel al juez Garzón, después de que se conociera que en plena gestación de la operación judicial el magistrado se fue de cacería con el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.
Sobre los hechos que fundamentaron para la recusación de Garzón, el PP presentó varias portadas e informaciones publicadas por El País, a pesar de que las diligencias fueron declaradas secretas por el magistrado. En una de ellas titulaba a cinco columnas: "La corrupción acorrala al PP" e informaba que "el juez Baltasar Garzón y la Fiscalía Anticorrupción ha destapado una trama de corrupción vinculada al PP. Los arrestados, a través de una red de empresas, lograban contratos en Administraciones del PP de Madrid y Valencia".
Además, el Partido Popular pidió al Consejo General del Poder Judicial que investigara al entonces juez de la Audiencia Nacional para "depurar responsabilidades por la escandalosa conducta" del magistrado y el ministro. Según el escrito, el juez y ex diputado socialista Garzón puso en entredicho su "independencia" y "el buen nombre y la independencia del Poder Judicial" tras publicarse las fotos de la cacería en la que participaron Garzón y Bermejo.
Para entonces el Partido Popular ya había respondido en bloque a la cacería. En una rueda de prensa sin precedentes, apareció Mariano Rajoy escoltado por el Comité Ejecutivo del partido y allí exigió el levantamiento total del sumario de Garzón para evitar las filtraciones interesadas a los medios de comunicación más afines al Gobierno socialista de Zapatero. Allí pidió la recusación del juez y aseguró que su formación está "en una situación de indefensión absoluta" y que las informaciones publicadas provocaban "un daño irreparable a las muchas personas que son citadas". Aseguró que "es un ataque frontal al Estado de Derecho" y que "esto no es una trama del PP sino una trama contra el PP".
La decisión del Partido Popular de llevar sus portadas a la Audiencia Nacional no gustó nada a El País. Al diario del Grupo Prisa no le gustó que presentaran sus informaciones como prueba de que recibían filtraciones. Por ello publicó un editorial atacando a Federico Trillo. Empezó calificando de "cansino, molesto e insultante" el "espectáculo" del político popular "pinturero defensor de la legalidad". Además, le acusó de "sicario".
Un día después de que Sáenz de Santamaría y Trillo pidieran la recusación de Garzón, éste rechazó la petición del PP de personarse en la causa en la que investigaba una presunta trama de corrupción liderada por el empresario Francisco Correa. Esto significaba que los populares no podrían recusar al magistrado. Éste, además, advirtió al PP de que habría altos cargos implicados en la presunta trama. El Partido Popular vio en el auto del juez una amenaza y volvió a asegurar que sentían "indefensión". Sin embargo, el entonces líder de la oposición, Mariano Rajoy, aseguró que "nadie puede con este partido, nadie va a amedrentar a este partido, ni nadie va a vencer a este partido".
Parece que la historia se repite después de que recientemente el diario El País publicara los supuestos "papeles de Bárcenas" y con los que aseguraban que el Partido Popular tenía una contabilidad B en la que se pagaban sobresueldos en dinero negro a altos cargos de la formación. Hasta el momento, el Partido Popular sólo ha anunciado que demandará a todos los que hayan publicado este tipo de informaciones. Falta comprobar si actuarán con tanta contundencia como en el año 2009.