"El PP rectifica y acepta debatir la dación en pago", es el aséptico titular de El Mundo. A Pedro J. le parece "correcta", aunque luego se rechace. A Santiago González, sin embargo, lo que le pareció es que una "señora cabreada", Ada Colau "montó la barrila" en la tribuna de invitados y tuvo muchos "partidarios en los medios y no digamos en las redes sociales". Fue una "tarde para la demagogia".
Sigue contando El Mundo detalles del espionaje a Sánchez Camacho y la ex de Jordi Pujol Jr. "Un micro entre las flores. La detective lo colocó en el adorno de la mesa donde comieron la novia de Pujol Jr. y Camacho. Era amiga del dueño de local y de José Zaragoza". A Federico Jiménez Losantos le deja pasmado que "mientras la del PP engañaba a la noia de Convergencia, los espías del PSC las grababan con el mismo objetivo: reunir información delictiva para el cambalache político. O sea, que hace dos años PP y PSOE pudieron acabar con los Pujol y evitar la deriva separatista de Cataluña, pero solo buscaban instalarse en la Catalonia Corruption de los Pujol".
El País ve que languidece el chollo Bárcenas y trata de hacerle el boca a boca con un refrito. "El PP pagó a Bárcenas una cantidad fija al mes hasta diciembre de 2012" porque en la negociación del despido en 2010 "aceptó indemnizar al tesorero con, al menos, 400.000 euros fraccionados y asumir los pagos a la Seguridad Social". Vamos, que no le echaron con cuatro perras. Pero es que, además, "el extesorero ha dispuesto hasta hace un mes de una sala para sus documentos en la sede del partido, así como de los servicios de una secretaria". Ah, que ya lo sabían. Es verdad, es una información del mes pasado. El País no se resigna a que muera su caso, así que se marca un editorial en el que se compara a sí mismo con el Washington Post y sus fotocopias con el Watergate, modestia aparte. En aquel caso también había "inexistencia de documentos" y acabó con la dimisión de Nixon. Por ello, recomienda al PP varias lecturas sobre el caso "para que sepan lo que es preciso no hacer cuando un partido se enfrenta a un escándalo desvelado por la prensa". Para empezar, que ni se les ocurra pedir al periódico que acredite las acusaciones. Se las tragan y punto.
También habla El País sobre los desahucios. "El PP da marcha atrás y accede a debatir la iniciativa popular sobre desahucios". Cuenta Anabel Díaz que fue una "jornada agridulce porque los miembros de la plataforma fueron expulsados de la tribuna de invitados por gritar contra los diputados del PP", qué pena, con lo bien que se lo estaban pasando. "Fuera, fuera, fuera, coreaban para sorpresa del diputado del PP que acababa de terminar una intervención que pretendió ser elogiosa y deferente hacia la plataforma". Se le debió de quedar una cara de tonto. El País se lo explica, a ver si se enteran. "Los miembros de la plataforma no tienen la menor intención de agradecer al PP su gesto de última hora", así que ya pueden dejar de hacerse los simpáticos.
ABC se pone a lo ¡Hola! y nos enseña "el nuevo hogar de Benedicto XVI". "Es un lugar agradable, pero sin comodidades", informa. Sobre los desahucios, dice que "el PP evita otra guerra con la calle y admite debatir la dación en pago". Claro, que "el sí de los populares no evitó que los miembros de la plataforma, invitados en su mayoría por IU, interrumpieran la sesión entre gritos e insultos a los diputados".
La Razón explica que "el PP da luz verde para tramitar la iniciativa antidesahucios" en una "oportuna reconsideración", porque el suicidio de dos jubilados "aumentó la presión hasta límites no soportables". Y Ussía está muy enfadado por la pitada al Rey y dice que ya está bien, que la próxima vez "deje de lado su saber estar" y les dedique "una butifarra a los cafres y abandone el local". Le augura una "ovación general".
La Gaceta nos cuenta lo que "hay detrás de la renuncia del Papa" y tiene un cabreo supino. Resulta que cuando se enteraron de la noticia de la dimisión, "La Gaceta puso en la calle una edición especial. Y dos programas de radio y televisión". ¿Y qué hizo la peña? Pues pasar olímpicamente de Intereconomía y sentarse a ver Tu cara me suena y Gran Hermano, que "se llevaron los dos mejores índices de audiencia". Es decir, que "la atención prestada a la renuncia del Papa fue poco más que marginal". Y nos cae una bronca fenomenal. "La sociedad española sufre una fuerte anestesia que le impide discernir entre lo que tiene importancia y lo que no la tiene", y esa "falta de criterio" es "dramática". Así que esta noche les quiero a todos sentaditos y viendo Intereconomía para aprender a discernir.