La segunda declaración de Urdangarín ante el juez será muy diferente a la primera, celebrada hace justo un año, el 27 de febrero de 2012. El primer paseíllo del duque vino precedido de la llegada, la noche anterior, del duque de Palma y su mujer, la infanta doña Cristina, a la isla. Ambos descansaron en Son Vent, una residencia anexa al palacio de Marivent. Al día siguiente, el duque llegó al juzgado junto a su abogado, en medio de un amplio dispositivo de seguridad coordinado con Zarzuela.
Este año, sin embargo, Urdangarín no dormirá en Marivent ya que no viajará a Palma hasta el mismo sábado por la mañana. Según han informado a Europa Press fuentes de Zarzuela, ha sido el propio duque el que se ha dado cuenta de que no procede que se aloje en la residencia de verano de la Familia Real, cedida por la Diputación de Baleares en los años setenta a don Juan Carlos y doña Sofía.
Además, Urdangarín tampoco contará con el apoyo de su esposa. Las fuentes consultadas indican que, salvo sorpresa, la infanta no volará con él desde Barcelona a Palma.
La última diferencia radica en las medidas de seguridad. Urdangarín estará acompañado de un escolta, pero Zarzuela indica que los servicios de seguridad de la Casa del Rey no han estado trabajando, como hace un año, con las autoridades policiales de la isla para garantizar la seguridad del duque. Es previsible que, como el año pasado, numerosos ciudadanos traten de acercarse a la estrecha calle donde se encuentra el juzgado del juez Castro para protestar por el escándalo.