La interpelación de ERC sobre el impacto económico y fiscal de la legalización del cannabis comenzó provocando la sorna en los pasillos del Congreso. Sobre todo, cuando su portavoz Alfred Bosch, animó al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón a probar dicha sustancia para poder opinar sobre ella.
"¿Usted ha probado el cannabis?", le espetó Bosch, quien consideró "pertinente la pregunta" porque "al final pareceremos curas hablando del matrimonio". "Antes de castigar, antes de legislar, deberemos conocer". Y puso como ejemplo al Papa Clemente VIII que "antes de dictaminar sobre el café, pues lo probó. Igual, señor ministro, tendría que probarlo...".
Lo que no se esperaba Alfred Bosch es que el titular de Justicia apelaría a temas personales para responder a su pregunta. Gallardón comenzó explicando que él era concejal del Ayuntamiento de Madrid cuando "en un ejercicio de banalización", Enrique Tierno Galván pronunció la famosa frase "el que no esté colocado, que se coloque".
"Mire, le contesto a su pregunta. Muchos jóvenes, como consencuencia de aquella trivialización se iniciaron en una droga que no mata y en ese camino se iniciaron en otras que sí matan", dijo Gallardón, que añadió: "Yo tuve ejemplos muy dolorosos, muy cerca de mi vida y como consecuencia, nunca, nunca, nunca, he probado el cannabis".
Según fuentes populares, uno de sus hermanos falleció como consecuencia del consumo de drogas mientras Gallardón continuaba en el Ayuntamiento de Madrid.
La metedura de pata de Bosch
Previamente el portavoz republicano aseguró que "está más que demostrado que el cannabis o la marihuana tiene propiedades terapéuiticas claras" y que "hay consenso en toda la comunidad internacional". Minimizó los riesgos por el consumo de estas sustancias porque "son muchos menos riesgos que los del tabaco y el alcohol" y se pregunto: "¿Cuántas muertes se producen por el cannabis?".