Tal día como hoy, 8 de marzo, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada la reacción del cantante Miguel Bosé ante la censura de unas fotos del caso Gürtel en un museo de Valencia: "Miguel Bosé compara la represión en Cuba con las fotos de Gürtel censuradas".
El Museo de Valencia de la Ilustración y la Modernidad publicó una exposición en la que había fotos de la vida política valenciana, entre las que destacaban varias instantáneas de la trama Gürtel. La polémica surgió cando esas fotos fueron descolgadas de la muestra. También se retiraron otras del ámbito de la sociedad en las que aparecía Francisco Camps, José María Aznar o Jorge Alarte.
A este asunto se refirió el cantante durante la presentación de uno de sus discos. Allí, a preguntas de Libertad Digital Televisión atacó a los disidentes cubanos. De ellos dijo que "desde el respeto al dolor justificado de la primera generación del exilio", consideró que de esta polémica "se aprovecharon los que tienen el poder de presión en el exilio y no están dispuestos a que esto acabe" porque, según dijo, "cuando haya una reconciliación entre los dos países, se les acaba el negocio".
Fue entonces cuando dijo que "43 años de embargo son una locura" y que es cierto que "en Cuba siempre ha pasado de todo, y no se sabe cuánto hay de verdad y cuánto no. Si se habla de represión, en todos los países ocurre. Mira en Valencia, el caso Gürtel, o lo de la exposición de fotografías. Si eso no es represión..." Estas declaraciones provocaron la indignación de la expresidenta de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre consideró "intolerable que siga protegiendo a Castro". Desde la Comunidad Valencia exigieron una rectificación por parte del artista porque "comparar el régimen castrista con un estado democrático como es España es darle a Fidel Castro y a la dictadura que practica, aunque Bosé la defienda".
La disidencia cubana también criticó a Miguel Bosé por su desafortunada comparación. La Damas de Blanco consideraron que "lo verdaderamente honrado es cuestionar las violaciones de los Derechos Humanos y la represión en cualquier lugar del mundo" y creían que "cualquiera que intente encubrir lo que sucede en Cuba diciendo que 'represión hay en todas partes del mundo', es, a nuestros ojos, un insensible" y además constituía "un burdo intento de justificar al régimen cubano".
Las reacciones se sucedieron y el Ayuntamiento de Torrevieja anuló el concierto que tenía previsto en la localidad porque "no es digno de venir a esta tierra" ya que "ha insultado a los valencianos". El PSOE salió entonces en defensa de uno de los artistas de la ‘ceja’. Los socialistas valencianos lamentaron la decisión del consistorio de Torrevieja y, según ellos, Miguel Bosé " había pasado a engrosar la larga lista de censurados del PP sólo por el hecho de ejercer su derecho a la libre expresión".
El cantante estrenaba disco meses después de participar en un polémico concierto junto a Juanes en La Habana. En las vísperas del acto creció la represión en la isla. Las autoridades castristas aumentaron la represión encarcelando a jóvenes disidentes o trasladando a la fuerza a muchos de ellos a la zona oriental de Cuba.
Gracias a unas imágenes de televisión se pudo ver a los cantantes discutiendo con un miembro del Gobierno cubano y diciéndole que "no se hace el concierto y aquí lo digo, no se hace el concierto porque no podemos más. Venimos a Cuba a cantar. Lo hemos cumplido todo, todo, todo. Lo que nos faltaba ya se hizo". Poco antes del concierto el régimen castrista quería colocar en una zona cercana al escenario a un grupo de las juventudes comunistas.
Esta revelación prueba que el polémico concierto de Juanes y Miguel Bosé fue diseñado desde el primer momento con la participación de la dictadura. El propio Fidel Castro dijo en un artículo en el diario oficialista Granma que el concierto fue una forma de "vencer el bloque" de Estados Unidos.