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PSOE e IU, obligados a pactar con el PP para nombrar director de Canal Sur

Los populares piensan en un gestor técnico, dada la situación contable de la empresa.

La inesperada dimisión del "respetado" pero poco respaldado por el gobierno Griñán, Pablo Carrasco, hasta ahora director de la Radio Televisión Andaluza, popularmente conocida como Canal Sur, hace que el bipartito de izquierdas deba contar forzosamente con el PP a la hora de nombrar nuevo director. El motivo es que la ley de la RTVA les obliga. Según ella, el director general debe ser elegido por dos tercios de la Cámara en primera votación -72 votos de un total de 109- y por tres quintos -65-, en una segunda. Es evidente que, dada la composición de la Cámara -50 diputados el PP y 59 diputados PSOE 47, más IU, 12-, el acuerdo con el PP es necesario.

Esta nueva situación jurídica, que acabó con la marrullería ideada por el gobierno Chaves en una disposición transitoria de la Ley vigente según la cual el Parlamento podría recurrir a la mayoría absoluta en caso de desacuerdo, lo que beneficiaba al PSOE y gracias a la cual fue elegido el ahora dimitido Carrasco, impide que el bipartito imponga su voluntad en este asunto.

Inmediatamente, el portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, bautizó la mayoría de la que dispone el PP de "mayoría de bloqueo", pero el secretario general del PP andaluz, le corrigió igualmente de forma inmediata, hablando de "mayoría decisiva" del PP.

Según El País, el PP piensa en un gestor técnico dada la situación contable de la empresa y quiere acelerar su nombramiento para acabar con la interinidad que supone una dimisión no anunciada ni esperada. El PSOE está de acuerdo con la urgencia del momento, pero aún es pronto para saber si resistirá las presiones de IU que quiere aprovechar esta oportunidad para reformar el modelo de la RTVA que significaba, según el mismo diario, sencillamente un reparto por cuotas de poder dentro del Ente Público.

Si no hubiera acuerdo

De no haber acuerdo, se mantendría el Ente con la dirección interina de un afín a la coalición de gobierno de izquierdas y se trataría de cambiar la ley para que se suprima la mayoría cualificada y dejarla en mayoría absoluta. En este asunto, recuérdese que fue el gobierno Zapatero, contra grandes sectores de su partido, el que dio origen a la necesidad de contar con mayoría cualificada para la elección del director de la RTVE y que fue el PP quien arrumbó la decisión poco después de llegar al gobierno.

Hoy, según los diferentes partidos, tendrá lugar un encuentro entre los representantes de los tres partidos definir el perfil de los candidatos o candidatas y la forma de proponer su elección.

La situación de Canal Sur

El sucesor de Pablo Carrasco deberá enfrentarse, además de al combate político habitual, a una situación económica calamitosa en época de vacas públicas flacas. El actual modelo de televisión pública andaluza, recuerda ABC cuesta más de 130 millones de euros al año, sin tener en cuenta sus déficits habituales. Por si fuera poco, la audiencia disminuye y sus ingresos por publicidad también.

Debido a la irrupción de los nuevos canales digitales, si en 2008 la cuota de pantalla se situaba en el 18 por ciento, ahora no llega al 10 por ciento.  En septiembre de 2012 Canal Sur obtuvo su mínimo histórico, un 8,3 por ciento de cuota de pantalla.

Económicamente, el Ente público tiene la posibilidad de desmantelar la actual RTVA y ajustarla hasta hacerla viable sin sangría para las arcas públicas o mantener su actual estructura con recortes menos graves y hacer que sus costes sean pagados con déficit público. Esta segunda es la decisión adoptada hasta el momento.

Canal Nou o Telemadrid recortaron en un 80 por ciento sus plantillas, pero la RTVA a sostenido a sus 1.587 empleados -con un sueldo medio de entre 1.800 y 2.000 euros mensuales- con un mínimo recorte salarial del 5 por ciento.

La Junta evitaba así enfrentarse a una plantilla en buena medida colocada ad hoc por el PSOE en el gobierno desde su fundación en 1989 pero obligaba a todos los andaluces a pagar 138 millones de euros durante 2013 para cuadrar las cuentas. Mantener contentos a los amigos del régimen andaluz costará a cada andaluz pagar entre 15 y 20 euros por ver la programación de Canal Sur.

Eso sí, para ajustar el dinero, se redujo Canal Sur 2 a una repetición de Canal Sur 1 para sordos, con incumplimientos varios, y se redujeron las compras al tan traido y llevado sector audiovisual andaluz, esto es, las productoras externas, a las que se ha condenado a la ruina haciendo que sean sus empresas las que tengan que despedir a sus plantillas y sufrir los ajustes necesario. El presupuesto de la RTVA para este año es de 165 millones, de los que la Junta pone 138 y la publicidad ingresa unos 24.

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