El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, volvió a defender este miércoles la doctrina Parot, que permite que los beneficios penitenciarios se resten del total de la condena y no del máximo de años que un preso puede cumplir por ley, en un día en el que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) empieza a deliberar sobre el futuro de la interpretación jurídica.
En la jura de la XVIII promoción de Inspectores Jefe del Cuerpo Nacional de Policía, celebrada en el Centro de Altos Estudios Policiales, dijo que "se falle lo que se falle" el Gobierno de Mariano Rajoy "acatará la decisión" del tribunal europeo y avanzó que en caso de que sea derogada no corresponde al Ejecutivo aplicarla la sentencia, sino a las autoridades judiciales.
El ministro explicó que los terroristas y asesinos y violadores en serie deberían ir presentando "uno a uno" sus casos ante el tribunal competente para que se les aplicase la sentencia del TEDH y pudiesen salir en libertad, por lo "hay margen para la ingeniería jurídica porque puede darse el caso de tribunales interpreten de manera distinta la sentencia".
"Es evidente que ahí hay margen para que dentro de la libertad de cada tribunal sentenciador determine cómo se interpreta y aplica la sentencia", insistió de nuevo el ministro, tras lo que dejó abierta la posibilidad de que el Gobierno, a través de la Fiscalía General del Estado, que dirige Eduardo Torres-Dulce, fuese solicitando en cada caso que no fuesen excarcelados.
La posible derogación de esta sentencia haría que casi 60 terroristas de ETA, principalmente los más sanguinarios, que desarrollaron su actividad criminal durante los años ochenta, pudiesen salir de la cárcel. Entre ellos, habría nombres como los de Henri Parot, Santi Potros, Kubati, Makario, Etxeberría Lete o los hermanos Troitiño.
Pero además de estos etarras, también podrían ser excarcelados varios violadores y asesinos en serie , así el único condenado por los crímenes de Alcasser, o miembros de otras organizaciones terroristas como los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), los GRAPO (Grupo Antifascista Primero de Octubre) o el EGPGC (Exército Guerrilheiro do Pobo Galego Ceibe).