Alfonso Alonso tuvo que volver a pasar el trance de responder cuestiones sobre la vida interna del Partido Popular, toda vez que nadie compareció en Génova13 en la víspera. Tampoco se reunió el Comité de Dirección, habida cuenta de que María Dolores de Cospedal se encuentra de viaje oficial en China. Pero, mientras tanto, uno de sus integrantes, Javier Arenas, admitía el cobro de sobresueldos sin especificar cuantía, aunque siempre de forma legal.
La confirmación del histórico dirigente del PP, aún en activo, llegaba después de que El Mundo desvelara que Francisco Álvarez Cascos, en su época de secretario general de la formación, cobraba un extra de 10.000 euros al mes. "Me parece un buen sueldo", ironizó Alonso, que no hizo alabanza alguna de la figura de Cascos, ni tampoco de Arenas.
El portavoz del Grupo Popular, miembro de maitines, se encargó de remachar que "lo importante" es que esos sobresueldos eran "legales y estaban en paz con Hacienda". Este fue el mensaje que repitió una y otra vez en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces.
Preguntado expresamente por la cantidad que habría cobrado Arenas, no desvelada por el protagonista, y sobre la promesa del PP de presentar las declaraciones de la renta de los integrantes de la cúpula, Alonso se acogió a que el Comité no despachó el lunes para negarse a hacer una valoración. "Cuando haya reunión lo haré", dijo, sin dar más detalles.
Si se extendió algo más a la hora de responder a Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE, que ya ha utilizado el caso para hablar de "escándalo" y preguntar a los populares "de dónde sacaban el dinero". "No me gusta mucho tirar del nodo para criticar al adversario", puso Alonso como base, para refrescarle la memoria a Rodríguez: "En 1993 -fecha en la que se producían los extra- había quien se lo llevaba de los fondos reservados, de la Cruz Roja o del Boletín Oficial del Estado. Eso es lo que ocurría en España, y al PSOE no le conviene nada hablar del 93".