Con la sola información de dos folios escritos a mano sobre sus activos y cuentas, Invercaria concedió un préstamo de 300.000 euros el 23 de julio de 2008 a la empresa Fumapa SL, que fabricaba piezas para la factoría automovilística Santana Motor en Linares, que la Junta, su propietaria, cerró en febrero de 2011. Además, cuando concedió el préstamo la empresa ya estaba en situación previa a la quiebra y con deudas a corto plazo superiores a la cantidad concedida.
Según el registro mercantil:
Dicho de otro modo, la Junta "regaló" 300.000 euros al administrador de Fumapa, Fulgencio Canales Rodríguez.
Naturalmente, Invercaria, la empresa de la Junta de Andalucía dedicada a respaldar proyectos mediante el capital riesgo, perdió el dinero que había prestado a la sociedad ubicada en La Carolina (Jaén), municipio donde fue alcalde Francisco Vallejo (PSOE), entonces consejero de Innovación y de quien dependía la empresa pública. Posteriormente, dos años después de conceder el préstamo y a través del bufete de Jesus Bores, amigo de Felipe González, Invercaria intentó recuperar, al menos en parte, el préstamo.
Un informe interno de Invercaria alertó sólo dos meses antes de firmar el préstamo de que la documentación aportada por Fumapa era "limitada e insuficiente". Aun así, la sociedad pública autorizó la operación. El caso de Fumapa refleja el descontrol de Invercaria y el dinero público empleado, asunto por el que está siendo investigada por el juzgado de instrucción número 16 de Sevilla y acumula ya siete imputados.
El "expediente" Fumapa
Detalla ABC que todo el expediente sobre la fábrica carolinense Fumapa aportado por la sociedad pública al juez Juan Gutiérrez Casillas se limita a dos folios manuscritos donde se anotan las compras y proyectos realizados por la sociedad desde 2005 hasta 2008, la fecha en la que pide el préstamo. Tales datos son recabados durante una reunión que mantienen en Sevilla Pérez-Sauquillo y responsables de la fábrica el 8 de abril de 2008.
En una página arrancada de un cuaderno con cuentas hechas a mano se evaluaba el coste de maquinarias, terrenos y naves de Fumapa y su filial Fumafra SL. Ninguno de los dos papeles llevaba firma, pero a pesar de ello y de que la situación financiera de Fumapa distaba de estar clara por tener deudas a corto plazo de 424.860 euros, Invercaria estimó adecuada y conforme la solicitud de Fumapa SL para obtener 300.000 euros.
Fumapa salió a relucir en las conversaciones grabadas en 2011 por Cristóbal Cantos, el directivo despedido de Invercaria, a la expresidenta, Laura Gómiz, para demostrar que ésta lo presionó para elaborar informes falsos con el fin de justificar inversiones claramente irregulares y arbitrarias.