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Un soberano tortazo en 'El Mundo'

El debate catalán le roba protagonismo a Rajoy en las portadas de los periódicos.

El Mundo cuenta cómo Mas y los suyos se pasan por el forro la decisión del TC de suspender la declaración soberanista. “Mas antepone ‘las urnas’ a la ley para desobedecer al TC”. La portada la ilustra con una foto de Junqueras curándose una herida tras darse un tortazo en las escaleras del Parlamento. “Tropezón soberanista. No hay epopeya sin sangre”, dicen los graciosos. Pedro J. constata que la decisión de TC “no ha hecho mella en la intención de Mas de caminar hacia la independencia”. No, más bien se ha quedado tal cual. “Ya ha anunciado que desobedecerá al Constitucional”. Como siempre, vamos. “Mas ni siquiera respeta las formas” y no apelará, que para qué perder el tiempo en tontunas. “La hoja de ruta del presidente catalán no cabe en la legalidad, por lo que tendrá que llevarla a cabo vulnerándola. Y eso no quedaría impune”. ¿Ah no? ¿Le va a meter Rajoy en la cárcel? ¿Apostamos a que no?

Sobre el debate de ayer en el Congreso, dice que “Rajoy apuesta contra sus datos: ‘llegará la cosecha’” y que “aburre a sus ovejas”. “Da la impresión de que Rajoy intentó compensar con su optimismo la nefasta sensación de impotencia transmitida hace dos semanas por sus ministros” .“El presidente aseguró que las cosas van a mejorar, pero no explicó cómo. Ahí queda su promesa de que la cosecha llegará en 2014. Al igual que le sucedió Salgado, Rajoy será rehén de unas expectativas creadas sin más aval que sus palabras”. Eres malo, Pedro J. muy malo. David Gistau le cruza la cara a Rajoy con gran elegancia. “Desgastado en la primera hora de su legislatura por las mentiras, por la estafa electoral, y después por el empecinamiento en asfixiar con el rodillo fiscal a las clases medias y a los pequeños empresarios sin atacar con coraje la elefantiasis estatal, ya no recuperará confianzas perdidas hasta que desbroce la maraña sórdida del paro. Hasta entonces nada le servirá para remediar la gigantesca decepción generada”, que se entere. Y mientras todo esto sucede, Casimiro García Abadillo se pone nostálgico y nos cuenta “3 años después”, “el principio del fin de Zapatero”. Con pelos y señales.

El País: “El Constitucional deja sin efecto la declaración de soberanía de Cataluña y pone el primer freno a la apuesta soberanista de Mas”. Prisa está como asustada. Esta decisión “no debería servir para alimentar de nuevo, como ya ocurrió con la sentencia del Estatuto, el sentimiento de agravio que tan hábilmente explotan los partidos soberanistas”. Estamos ya más que acostumbrados.

Sobre el debate de ayer, se queja El País de que “Rajoy rechaza un pacto de Estado y solo acepta apoyo a sus reformas”. Al igual que El Mundo, dice que cree que Rajoy “trató ayer de corregir el efecto causado por las malas previsiones económicas (...) pero probablemente se excedió en el tono”. Ya te digo, se pasó quince pueblos. El País le regaña por no aceptar los pactos. “La insistencia de casi todos los grupos de la oposición para que les escuche, les convoque a un pacto o rectifique su política chocó con una advertencia preventiva: el presidente no está dispuesto a hablar ni negociar nada”. “Ayer quedó una cosa meridianamente clara: aguantar por el camino emprendido, incluso a costa de mas desgaste social. Y diálogo solo con quienes le sigan por esa senda”. Y eso si le pillas en un buen día.

La Razón denuncia muy indignada: “Burla a España. El Parlament ignora la suspensión de la declaración de soberanía por el TC y vota por el derecho a decidir”. Hoy Marhuenda también encuentra el modo de hacerle la rosca a Rajoy. “Hay que resaltar la seguridad y eficacia con que el gobierno de Mariano Rajoy aborda el desafío separatista”. Bueno, una eficacia bárbara, no hay más que verlo. “Rajoy agotará la vía del TC contra Mas y si no le llevara al TSJC”. Temblando, está Mas. Alfonso Merlos encuentra el modo de meterse con Rosa Díez. “Todo seria mucho más fácil si el PP hiciese caso de la demagogia y el populismo de UPyD para combatir a las huestes de Mas”, pero ellos son gente seria. “El pronunciamiento del TC, ungido por el Gobierno pone las cosas en su sitio”. ¿Se lo han dicho ya a Mas? Porque creo que no se ha enterado.

En cuanto al debate, La Razón le da la vuelta a la tortilla e insta a Rubalcaba a pactar con Rajoy las pensiones, la administración y la unidad de mercado. “¿A qué espera para aceptar la mano tendida?”. Y es que Agustín de Grado no se fía un pelo de Rubalcaba. “Confunde su emergencia con la de un país al que no salvarán políticas del pasado”. Ni Rajoy lo hubiera expresado mejor.

La Gaceta dice que “el Constitucional paraliza a Mas” y “frena el órdago soberanista” pero que “Mas seguirá adelante con su plan independentista”. Pues entonces ni lo paraliza ni lo frena, digo yo. Muy confiado dice Esparza que “esperemos que la admisión a trámite de la impugnación sea el anuncio de un final razonable de este caso”. No lo veo, Esparza, no lo veo. Sobre Rajoy, no se andan por las ramas. “Le guste o no a Mariano Rajoy, el PP está ganándose su impopularidad a pulso, con sus vaivenes, sus promesas incumplidas, sus improvisaciones, sus silencios y su falta de discurso para explicar las medidas que se ha visto obligado tomar”.

ABC: “El Constitucional tumba la declaración soberanista. El parlamento catalán desoye la sentencia, desafía la ley y decide seguir adelante con la consulta separatista”. Dice el editorial que “la dimensión del desafío separatista es mucho más amplia que la que representa su vertiente jurídico-constitucional. Si Mas no cancela su proceso, el gobierno deberá tomar nuevas medidas” para que Mas se entere de que “el boicot a la Constitución tiene un coste que se paga”. Se admiten sugerencias.

Sobre el debate, ABC ha sacado una conclusión. “España empieza a levantar cabeza”. Mira, brotes verdes. Ayer Rajoy “hizo un ejercicio de realismo , templanza y sensatez”, dice. Ah, y lo del viernes 26 ¿qué era entonces? Porque dijeron todo lo contrario. “De malo de película a salvador de una España que empieza a pasar página”, es como ven a Rajoy. Ignacio Camacho, más amante de la verdad, dice que “el Gobierno ha hecho autocrítica de aquella comparecencia suicida en la que el dúo Sacapuntas dibujó a los españoles un panorama funerario (…) El problema es que a estas alturas los mensajes positivos rebotan en la pared del desmayo. Y que el presidente no es exactamente el tipo con mayor empatía del planeta”. Será porque la balanza de pagos y el mercado exterior no son cosas que la gente ve todos los días por la calle.

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