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Populares al borde de un ataque de nervios

¿Debe Rajoy responder a Bárcenas en el Congreso? Es la gran pregunta a la que todos los periódicos tratan de responder hoy, con mayor o menor fortuna.

En El Mundo lo tienen claro y ya desde la portada nos saca muy poco favorecido a Alfonso Alonso, que ayer perdió un poco los papeles –no los de Bárcenas, con perdón por el chiste fácil- llamando de todo al otrora probo empleado. "El PP a los demás partidos: ‘Están ustedes apadrinando a una delincuente’", es el titular a todo el ancho.

El editorial señala que "la pretendida tranquilidad de la que presumen Rajoy y el PP sobre las revelaciones que pueda hacer el extesorero (…) no es más que una simulación". En resumen, que están los populares siendo "víctimas de un agudo ataque de nervios".

Federico Jiménez Losantos recuerda el parecido de la situación con otras de nuestra historia, no demasiado lejana: "Los argumentos en defensa del Gobierno empiezan a ser demasiado parecidos a los del caso GAL", dice el director de Es la Mañana de Federico. Se pregunta si hay que creer "a un delincuente como Bárcenas o al presidente del Gobierno" y tiene la respuesta es, "como entonces", clara: "Al que diga la verdad y la demuestre".

En El País prefieren tirar por la llamada a Cospedal y, sorprendentemente, nos colocan a Guardiola como imagen de portada. Sin embargo, hoy prefiero destacarles un par de temas menores, pero con cierto encanto: el primero un reportaje sobre Pescanova titulado "Manual para esconder una quiebra" y que, aunque no se lo crean, ¡no lo firma Juan Luis Cebrián!

El segundo, un artículo que firma Alfonso Guerra -que ya tendría ganas el hombre de firmar algo, después de que en la feria del libro no le comprase sus memorias ni el Tato- y en el que se queja amargamente que le han quitado las 850 suscripciones para bibliotecas públicas a su apasionante revista Temas.

El hermano de Juan Guerra considera una terrible pérdida que desaparezca la revista, aunque yo no he visto grandes colas en las bibliotecas de barrio para proceder a tan apasionante lectura. El caso es que por las páginas de la publicacion han pasado firmas como –extraigo algunas de las más destacadas-: Peces Barba, Mayor Zaragoza, José Luis Sampedro, Juan Luis Cebrián o Ángel Gabilondo, es decir, lo más granado de la intelectualidad occidental. Francamente, no sé qué podríamos hacer sin Temas.

En ABC nos llevan a portada a Griñán, con un bonito juego de espejos en la imagen y el titular: "Las dos caras de Griñán: acusa y defiende a los imputados por los ERE". No da la talla el andaluz del verdadero y auténtico Dos Caras, pero así es la política española: un páramo de mediocridades.

El editorial convencidísimo: "La negativa del PP a que Rajoy comparezca en el Congreso no es una huida hacia delante sino la firme respuesta a un chantaje". Ah, ¿que hay materia para que Bárcenas chantajee al presidente? Hablan del "despropósito general que Bárcenas quiere provocar contra el Gobierno y contra el PP".

Más interesante me parece el análisis que hace Ignacio Camacho: si Jiménez Losantos recordaba el GAL él se acuerda de Filesa y de cómo "el PSOE vetó una comparecencia parlamentaria de Felipe González" sobre el caso. Ve Camacho la misma situación "como reflejada en un espejo", es decir, que "los acusadores de entonces se han convertido en los acusados de ahora". Pues eso.

Nos sonríe Cospedal en un gesto no muy favorecedor desde la portada de La Razón. La foto no es muy allá, pero sirve al menos para que no nos fijemos en el titular principal, que es para alucinar: "Bárcenas habría ideado un sistema para engañar al PP y a los donantes". No sé si me sorprende más el PP, que durante veinte años tenía en casa a la reencarnación de Alí Babá, Landrú y Jack el Destripador y no se enteró; o lo de los "donantes" que durante todo ese tiempo estaban ahí venga a donar y venga a donar sin recibir nada a cambio.

"Sería inaceptable –dice el editorial- que el primer gobernante de la nación bailase al son de un personaje que está siendo investigado por la Justicia por múltiples delitos". Es una recomendación un tanto cuestionable: no se trata de bailar, sino de hablar, pero hay un par de detalles más curiosos todavía: el primero, la comparación con Diego Torres; el segundo que llamen a Bárcenas "excajero", como si el tío hubiese trabajado en el Mercadona pasando las cosas por el código de barras.

Finalmente, en La Gaceta dedican su portada al recurso de la Junta sobre lo de Maleni, con foto de la imputada y el imputable, es decir, Griñán, en la que aparecen acarameladitos y todo.

Más nos sorprende el editorial, en la línea oficialista en los últimos días, que defiende que Rajoy "como presiente del Gobierno, y del PP, tiene que atenerse a criterios de conveniencia que, lógicamente, no aconsejan desgastar su palabra contestando una y otra vez a las mismas cuestiones". Un argumento que nos gustaría más si, al menos, Rajoy hubiese dado respuesta a la cuestión una vez en sede parlamentaria, aunque sólo hubiese sido una.

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