Tanto las familias de Monserrat Serra y Blanca Thiebaut, como los miembros de Médicos Sin Fronteras (MSF) han expresado este viernes su gran satisfacción y alegría por el rescate de las dos cooperantes españolas secuestradas en 2011 en el campo de refugiados keniano de Ifo, en el complejo de Dadaab. Ambas fueron liberadas este jueves, tras dos años de secuestro. Fueron capturadas el 13 de octubre de 2011, cuando trabajaban en el campo de refugiados de Dadaab en el noreste de Kenia, donde participaban en la construcción de una escuela.
Frente a los medios de comunicación, el presidente de MSF, José Antonio Bastos, ha informado de que tanto "Mone" como "Blanca" están "fuera de Somalia, seguras, volando entre Yibuti y Madrid, acompañadas por un médico, una psicóloga y un coordinador de Médicos sin Fronteras".
Pese a que son buenas noticias, decía Bastos, "no es fácil, va a ser un periodo muy difícil y ahora necesitan tiempo para recuperarse de esta pesadilla". Por este motivo, Bastos ha pedido en nombre de las familias tanto a los medios como "al público" que "piensen que lo mejor que pueden hacer para ayudarlas es respetar su privacidad y tener en cuenta que son dos personas agotadas, necesitan tiempo para recuperarse y el cariño de sus familias".
Sobre el desarrollo del secuestro, ha recordado que tanto la familia, como la ONG como el Gobierno han actuado juntos y en constante colaboración desde el principio. Así, ha agradecido al Ejecutivo que desde el primer día "ha estado a nuestro lado". Y ha añadido: "Las familias, Médicos Sin Fronteras y el Gobierno hemos cruzado este desierto juntos".
También ha expresado la rabia y el dolor porque "dos compañeras han sufrido muchísimo durante dos años" en lo que ha sido "el secuestro más largo de cooperantes españoles y también de Médicos Sin Fronteras". Un secuestro en el que, según Bastos, "tuvimos miedo por su vida", sobre todo "durante el primer año" de secuestro. Además, ha confesado que su información sobre el estado de ambas cooperantes iba conociéndose cada cierto tiempo, con las pruebas de vida. Pero hubo periodos "de varios meses" sin tener noticia alguna de Montserrat y Blanca, lo que hizo más angustioso el secuestro para sus compañeros.
Por otro lado MSF ha condenado "enérgicamente este crimen, este ataque contra dos trabajadoras humanitarias que luchaban contra el hambre e intentaban ayudar a los refugiados que huían del hambre".
Sin detalles de la liberación
Pese a las insistentes preguntas de la prensa, Bastos no ha comentado detalle alguno "del rescate". No ha comentado si el Gobierno ha terminado pagando o no un rescate para la liberación de las dos cooperantes, o cómo han sido las negociaciones, o siquiera si los secuestradores estaban pidiendo dinero. Según ha dicho, dar información en este sentido, pondría en peligro "a otros secuestrados en Somalia, al personal de Médicos Sin Fronteras en la zona y también a algunos contactos de la ONG allí", decía Bastos.
En este sentido, ha señalado que MSF ha prestado sus conocimientos en la zona y sus contactos para poder desarrollar las operaciones de rescate.
Reflexión en MSF
El secuestro obliga a la ONG, decía su presidente, a reflexionar ahora sobre el impacto del mismo y sobre la exposición de riesgos. En cualquier caso, insiste en que MSF seguirá manteniendo su "compromiso con la población somalí" aunque "tendremos que ver hasta qué punto podemos seguir exponiendo riesgos".
La hermana de Blanca
Por su parte, la hermana de Blanca, Inés Thibaut, ha podido hablar con ella tras su liberación ayer en Somalia, donde han permanecido buena parte de su secuestro. "Están bien de ánimo a pesar de la larga cautividad, pero muy débiles y van a necesitar tiempo para recuperarse", ha afirmado.
Inés ha agradecido al Gobierno español que les ha acompañado desde "el primer día fatídico" y ha pedido respeto por la "privacidad" de las dos cooperantes y de sus familias.