En el pleno del Parlamento andaluz donde oficializó la decisión de no ser candidato a la Junta de Andalucía, celebrado hace sólo un mes, José Antonio Griñán proclamó su intención de agotar la legislatura. Indicó que su intención era renovar el escenario político y permanecer en el cargo sólo dos mandatos pero dejó claro que no tenía previsto un adelanto electoral.
Las prisas en el proceso de primarias, resuelto finalmente con la proclamación de la candidata oficialista, Susana Díaz, multiplicaron los rumores de abandono de Griñán e incluso de adelanto electoral para otoño.
Desde la Junta se ha venido negando en las últimas semanas, aunque cada vez con menos energías. Sólo un día después del anuncio, un categórico Griñán insistía en que no pensaba dejar el cargo, pero hace sólo unos días Susana Díaz no era tan tajante y admitía que no estaba "convencida" de que no hubiera elecciones en breve. Este mismo martes, el portavoz del Gobierno andaluz, con extrema prudencia, apuntaba que la decisión estaba en manos de Griñán. Como ha terminado trascendiendo, estaba ya tomada.