El Mundo le da su toque personal. "Una llamada innecesaria de Renfe distrajo al maquinista". Cuenta el periódico de Pedro J. que El País ha puesto firmes a los socialistas, que estaban como atontados, como si no quisieran utilizar el accidente para hacer política, que parecían monjitas, leñe. Ya han rectificado, que se note quién manda aquí. "El PSOE gallego denuncia fallos en la asistencia sanitaria de los heridos".
También vuelve Bárcenas a las portadas y vuelve con fuerza. "Cospedal, Arenas y Cascos declararán bajo juramento". Pedro J. se pone la venda antes de la herida. "Cospedal no tiene obligación de responder a las preguntas ya que no puede autoinculparse". Vamos, que Cospedal puede decir misa que diga Pedro J. no se lo va a creer.
El País no juzga sobre la conveniencia de la conversación. "El maquinista hablaba por el teléfono móvil antes de descarrilar. El Alvia rodaba a 153 kilómetros por hora cuando descarriló". Y mira tú por dónde, hoy que El Mundo se iba a sumar a la bronca, no tiran de carnaza política. Qué desconcertantes son nuestros periodistas.
El periódico de Prisa le dedica un inusual editorial, por su extensión, a la comparecencia de Rajoy. Poco más o menos le dice lo que debería hacer. No te asustes, presi, no es para tanto, los tienes en el bolsillo. Le dice que no se vaya por las ramas con la economía pese a los "evidentes signos de mejora", que lo que tiene que hacer Rajoy mañana es "dar respuesta, sin hurtar el bulto, con la humildad y la sinceridad que competen a un buen gobernante, que ha recibido el apoyo mayoritario en las urnas" porque "no está en cuestión, nunca lo estuvo, la honestidad personal del presidente". ¿Ves presi?, si te están haciendo la rosca. Las bofetadas las dejan para otros. "Es imposible que la acción del Gobierno, que cuenta en su haber con notables reformas –cuyo fruto tardará, no obstante, en notarse-, se vea sometida en los dos años que quedan de legislatura a un forcejeo esperpéntico entre la credibilidad de nuestros dirigentes y las burlas de un malhechor defendido y jaleado por gentes de su propia calaña", dice en referencia evidente a Gómez de Liaño y Pedro j. Si cuando quieren, saben dar sin disimulo.
ABC está empeñado en que el maquinista se la cargue solito y salvar la tontuna esa de la marca España y la pasta que rodea a los AVE. "El maquinista iba hablando por teléfono y a 192 km/h", titula. "Todo apunta al error humano como causa de la tragedia, descartados cualquier tipo de problema técnico en el convoy o fallo de seguridad en la infraestructura (…) Se trata de una gravísima imprudencia profesional y en ningún caso de un fallo relacionado con la alta velocidad, las supuestas deficiencias en los sistemas de seguridad y, aun menos, los recortes presupuestarios, tal y como irresponsablemente han tratado de transmitir algunos partidos y sindicatos". Dios les oiga. Que nunca más un maquinista tenga una distracción y no se tengan que comer sus palabras, porque parece que todo depende de eso.
La Razón aporta la nota de color al accidente. "El ex juez Garzón reaparece en medio de la tragedia", anda mira, ya estaba tardando. "Defenderá a la funcionaria dominicana fallecida en el accidente". En el periódico de Planeta es Alfonso Merlos quien entona el himno nacional. "La verdad de los hechos es indubitada. Un señor estaba a los mandos, iba a casi doscientos por hora y hablando por el teléfono (…) "Tenemos una tecnología y una seguridad en las vías de cinco estrellas. Somos codiciados por nuestro conocimiento. Somos reclamados por nuestro buen hacer. Hemos desarrollado, gracias a nuestro talento, unos ingenios que ahora se rifan en medio mundo". Canten conmigo: ¡Que viiiiiiva España! Y sobre Bárcenas, Marhuenda está orgulloso de sus chicos. "Cospedal y Arenas declararán en la Audiencia sin acogerse al aforamiento" porque "no temen a la verdad". Son unos valientes, hombre.
Ussía pone a caldo al viñetista del Avui, al director del Avui y a los nacionalistas. "Causa repelús dedicar un artículo a ese tal", dice, pero no se queda con las ganas de atizar "las cloacas del odio local, de la vulgaridad de una aldea deleznablemente habitada". La viñeta le parece "una síntesis de la perversidad humana, o mejor escrito, inhumana". Dice Ussía que no conoce al director de Avui, pero "no pude ser una persona normal". Flipa con la idea de que "después de reír a carcajadas sobre las tumbas de ochenta muertos, llegue a su casa, abrace a sus hijos, haga el amor con su mujer y le proponga posteriormente un crucero de vacaciones con toda la familia". "Esa viñeta insúltate, odiosa y amoral no es sólo el dibujo y la gracia de un imbécil (…) es el resumen y la exposición de una degradación colectiva que ha devorado el sentido común, cívico, cultural y humano de una considerable proporción de ciudadanos en Cataluña", dice Ussía atragantado de indignación. "El odio autosembrado ha florecido y está en el ambiente. De otra manera no sería concebible un dibujo como el que ese tal, regodeándose de sangre, ha publicado en un diario que vive gracias a las subvenciones". Hala, Ussía, respira.
A La Gaceta casi le da ayer un soponcio con lo del Papa y los gays y hoy se apresura a aclarar la situación. Al maquinista que le den. Vamos a ver, vamos a ver, si nos enteramos. "Las palabras exactas" fueron "si una persona es gay y busca al señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para criticarlo?". Y eso, señores, "es lo que el Catecismo de la Iglesia católica explica de forma muy bella". ¿Qué es eso de que el Papa se ha vuelto progay ni qué gaitas? Qué susto ¿eh?