El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha agitado este jueves el debate secesionista al plantear unas elecciones plebiscitarias en Cataluña en 2016 si el Gobierno impide una consulta de autodeterminación en 2014, lo que ha inquietado a sus socios de ERC, que han exigido el referendo para el próximo año.
Las elecciones plebiscitarias es una de las vías alternativas que ya incluyó el informe del llamado Consejo Asesor para la Transición Nacional en caso de que el Gobierno impida la consulta por los diferentes mecanismos legales que señala este órgano asesor del Ejecutivo autonómico, pero nunca hasta hoy Mas había situado esta opción para consultar a los catalanes en el 2016.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Mas ha afirmado que llegar al extremo de unas plebiscitarias "no es la opción deseada", sino que su apuesta sigue siendo un referendo legal avalado por el Estado que tenga lugar en 2014, como figura en el pacto de legislatura entre CiU y ERC.
Sin embargo, el presidente autonómico ha admitido que no tiene "demasiadas expectativas" de que Mariano Rajoy "abra las puertas" a la consulta, sino que, ha augurado, "más bien tenderá a obstaculizar el proceso".
Si se concretan estas expectativas de un "no" de Rajoy, sea no autorizando el referendo o impugnando la ley catalana de consultas que tramita el Parlamento autonómico, la vía de convocar unas elecciones autonómicas al final de la legislatura y darle un formato plebiscitario quedaría como el único mecanismo legal y político que tendría Mas para consultar a los catalanes.
Fuentes del Ejecutivo catalán consultadas por Efe han explicado que Mas ha detallado hoy los tempos de un "plan B" ideado para garantizar que se pueda consultar a los catalanes, pero que se mantiene el compromiso inicial con ERC de convocar la consulta para 2014.
Hace un año, concretamente el 26 de septiembre de 2012, el presidente catalán prometió en el Parlamento convocar una consulta con o sin el permiso del Gobierno, tras lo cual avanzó unas elecciones catalanas a las que se presentó con un programa que fijaba el objetivo de lograr un Estado propio.
Con el nuevo futurible dibujado por Mas se abre la puerta a que no haya propiamente un referendo y se usen las elecciones autonómicas para consultar a los catalanes, lo que alargaría el proceso a 2016, un plazo que incomoda a ERC, su socio parlamentario.
La reacción de ERC
Como indicio, la celeridad con la que el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha reaccionado con un mensaje en Twitter que sonaba a recordatorio: "El 2014 tenemos que decidir nuestro futuro y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que sea así. La independencia cuanto antes mejor".
Más contundente ha sido el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, quien también en Twitter ha lamentado el "paso en falso" de Mas y se ha preguntado si el presidente de la Generalidad "cree que la sociedad catalana renunciará a dar el paso en 2014".
En una conferencia de prensa convocada de urgencia en la sede de los republicanos, el secretario general adjunto del partido, Lluís Salvadó, ha garantizado que, pese a las declaraciones, el pacto de CiU y ERC mantiene "una buena salud".
Asimismo, Salvadó ha subrayado que su partido no se plantea nada más allá del año próximo: "ERC no tiene plan B en 2015 ni en 2016, el plan A, B y C se centra exclusivamente en la consulta en el 2014", fecha a partir ERC no garantiza su apoyo a CiU en el Parlamento.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizadora de la cadena humana del próximo 11 de septiembre, también ha rechazado que se dilate hasta el 2016 el proceso, según han explicado a Efe fuentes de la entidad.