El 7 de julio de 2010 el restaurante barcelonés La Camarga albergaba un almuerzo que tres años después sigue dando mucho que hablar. A un lado de la mesa, Alicia Sánchez Camacho, y al otro Victoria Álvarez, ex novia de Jordi Pujol hijo, uno de los cinco vástagos del ex presidente de Cataluña y Marta Ferrusola. Y lo más importante, en la mesa un adorno floral oportunamente colocado por una agencia de detectives para camuflar un micrófono. Ahora se sabe el nombre de la agencia, Método 3, quién pagó sus servicios, el PSC, y quien tenga curiosidad podrá rastrear en internet el contenido de lo hablado entre dos personas que se declaran amigas: la presidenta del PP catalán y la ex pareja de uno de los hijos de Pujol, conocida por hacer recientemente revelaciones sobre presuntos comportamientos corruptos de un antiguo novio.
Más aún, gracias a las revelaciones periodísticas y a la acción de la justicia sabemos que la extinta compañía de espionaje contaba entre sus clientes, además de a los socialistas catalanes, al gran partido de Cataluña, hoy en el Gobierno, CIU. Y por eso ha tenido que dimitir su director de prisiones, Xavier Martorell. Pero la dimisión más sonada, con la que ha arrancado el curso político catalán este septiembre, ha sido la de José Zaragoza.
El que fuese todopoderoso secretario de organización en los tiempos del tripartito de José Montilla, hoy relegado a un puesto en la Ejecutiva de la calle Nicaragua, renuncia temporalmente a ese cargo aunque mantiene su acta de diputado nacional en el Congreso. Y lo hace por estar imputado en este caso que podría tener más sorpresas.
El misterioso entrono de Zaragoza
Durante la última década, decir Zaragoza en el PSC era decir mucho. Este hijo de agricultores, de 52 años, fue uno de los dirigentes que tomó el mando del socialismo catalán a mitad de los noventa, procedentes del Bajo Llobregat. Aunque nunca fue alcalde como muchos de sus compañeros de contubernio, incluido el propio José Montilla, quien ostentó la alcaldía de Cornellá durante veinte años. También despuntaba entonces una joven Carme Chacón, cuyo descubrimiento político se atribuye Zaragoza.
Desde la secretaria de organización engrasó una maquinaría de propaganda en los tiempos del Estatuto, que contribuyó a los mejores resultados del partido en las elecciones generales, una de las claves delos triunfos de José Luis Rodríguez Zapatero. Muy sonados fueron los carteles de 2008 que recuperaban la vieja idea del dóberman, que lanzaban proclamas guerracivilistas y que atacaban directamente a los medios críticos con la reforma estatutaria, particularmente la cadena COPE.
Lejos ya de ese poder, Zaragoza afronta un incierto futuro político y personal. Corre la especie de rumor de que el espionaje llevado a cabo en La Camarga era más una iniciativa personal suya que del partido, que sigue negando responsabilidad en el escándalo. Su entorno, por tanto, conocería los hechos. Y entre su entorno alguno de los imputados en el caso incluyen a la propia Alicia Sánchez Camacho, su rival político.
Las sospechas se agravaron cuando la líder de los populares catalanes aceptó un acuerdo con Método 3, que la indemnizó con 80.000 euros que entregará a causas benéficas. La rumorología está al cabo e la calle, y la prueba es que el pasado 4 de septiembre Camacho fue sometida a un duro interrogatorio en TV3 sobre la cuestión, que ocupó mucho más espacio en la entrevista que la Diada que se iba a celebrar siete días después.
La presidenta del PPC se defendió asegurando que es normal llegar a un acuerdo cuando la parte denunciada acepta "el 100% de su culpa" y negando que acordase con José Zaragoza la escucha de su almuerzo con la ex novia de Jordi Pujol hijo.
"Si algunos quieren dar pábulo a lo que dicen algunos imputados, que por estarlo tienen derecho a mentir, que lo hagan. Eso afectará a su credibilidad personal y profesional. Yo no entraré en ese juego. Es una tontería lo que se ha dicho, yo no sabía que me estaban grabando. Nunca he hablado con este señor [José Zaragoza] de esa agencia de detectives, ni de esa ni de ninguna. Ni con nadie".
Durante la citada entrevista, Camacho recordó que no es la única víctima del espionaje de Método 3. La agencia está denunciada por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por el seguimiento ilegal que sufrió durante un viaje a Cataluña cuando era número dos del Gobierno madrileño. Y también por el alcalde popular de Badalona, Xavier García Albiol, a quien José Zaragoza habría investigado para averiguar si residía o no en la ciudad barcelonesa.
Entre los encargos a la agencia de detectivas han sido muy sonados también los realizados por el F.C Barcelona para investigar la vida privada de alguno de sus futbolistas. Es el caso del internacional Gerard Pique, en la época que comenzó su noviazgo con la cantante colombiana Sakira.
Por debajo de los desafíos secesionistas y del debate identitario, los bajos fondos de la política catalana siguen dejando sorpresas.