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El fiscal mezcla el Faisán con los GAL y "los agujeros negros del 11-M"

Carlos Bautista animó a los dos acusados del 'caso Faisán', a hablar "como Amedo en los GAL" una vez sean condenados

El fiscal explicó en su informe al tribunal que, a pesar de los indicios "que dan a entender que había más personas", la Fiscalía no tiene datos suficientes "para ir más arriba" de Pamies y Ballesteros y para haber sentado a más gente en el banquillo de los acusados. Bautista enmarcó estas sospechas en el "proceso de negociación" que se encontraba abierto en el año 2006 entre el Gobierno y ETA.

El representante del Ministerio Público negó además que se haya utilizado a Pamies y Ballesteros como "chivos expiatorios" del 'chivatazo' que tuvo lugar en la mañana del 4 de mayo de 2006 en el bar 'Faisán' de Irún, y con el que se alertó a ETA de la operación que se iba a llevar a cabo contra su aparato de extorsión.

"No es verdad que nosotros hayamos buscado un chivo expiatorio y después hayamos apañado las horas", señaló Bautista al inicio de su informe final al tribunal.

La Fiscalía sostiene que el inspector Ballesteros fue la persona que entregó a las 11.23 horas del 4 de mayo de 2006 a Joseba Elosua, dueño del bar ' Faisán ' y presunto enlace del aparato de extorsión de ETA, un móvil. A través de ese teléfono, Pamies habría alertado a Elosua de la operación contra el aparato de extorsión de ETA que se iba a llevar a cabo en pleno proceso de negociación entre el Gobierno y la banda terrorista.

Colaboración con ETA

Bautista ha decidido mantener el delito de colaboración con organización terrorista en su acusación contra Pamies y Ballesteros, para los que pide cinco años de cárcel por la colaboración con organización terrorista y, alternativamente, dos años de cárcel para el comisario y un año y medio para el inspector por un delito de revelación de secretos y, alternativamente.

El fiscal hizo especial hincapié en el hecho de que es el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el que le ha obligado a mantener el delito de colaboración con ETA contra los dos procesados.

Explicó en este sentido que ha seguido "al pie de la letra las instrucciones recibidas" y señaló que "el Ministerio Fiscal es un organismo jerárquico". Aún así, subrayó que la jurisprudencia establece que para ser condenado por colaboración con organización terrorista tiene que haber "una voluntad de ayudar a los fines de la organización o una comunión con la patógena ideología de la banda".

El fiscal recordó que la propia Fiscalía General del Estado, a pesar de haberle obligado a acusar de colaboración a Pamies y Ballesteros, emitió en el año 2012 una circular en la que se recoge esta misma jurisprudencia.

Señaló además que ni Elosua ni el presunto miembro del aparato de extorsión de ETA José Antonio Cau Aldanur han sido todavía condenados como miembros de ETA, por lo que la colaboración con ellos no sería terrorista.

Agujeros negros del 11-M

Bautista trató en su informe de apuntalar los indicios acumulados contra Pamies y Ballesteros y acusó a las defensas de buscar "agujeros negros" en la investigación, algo que le recuerda "al 11-M". Criticó en este sentido el "cierto tufo de conspiración" que a su entender ha estado presente tanto en la instrucción de la causa como en el juicio.

El fiscal tildó de "absurda" la coartada de Pamies, quien asegura que no tuvo nada que ver con el chivatazo y que ese día, el 4 de mayo, se iba a reunir en el sur de Francia con un miembro de ETA apodado 'Romano' que era confidente suyo. Según esta versión, el jefe superior de Policía en el País Vasco envió a Ballesteros a la zona del 'Faisán' para que comprobase si era seguro cruzar la frontera con Francia para poder reunirse con su confidente.

"Es una falacia, envuelta en una burla, envuelta en una mentira, no había ninguna cita con el confidente", aseguró Bautista, quien restó credibilidad a los testigos de descargo aportados por las defensas.

El fiscal destacó en este sentido el testimonio del propio Elosua. "Tiene muchas horas de vuelo, ha sido investigado muchas veces y ha estado dos años en prisión, por más que parezca atolondrado sabe lo que es una sala de vista", dijo.

La guerra de Gila

Señaló en este sentido que, debido a la especial retórica de Elosua, Pamies "tenía que sentirse en la guerra de Gila" cuando le dio el 'chivatazo' al dueño del bar 'Faisán'.

El representante del Ministerio Público indicó por último que la forma en la que se fraguó la delación a ETA fue una "chapucería nacional" y advirtió de que "cuando alguien juega a ser 'Harry el Sucio' acaba convirtiéndose en Torrente". "Ha sido un inmenso honor representar a la Fiscalía en este juicio", dijo Bautista para cerrar su exposición.

El presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, decidió entonces suspender la sesión hasta el próximo lunes, cuando las acusaciones populares y las defensas podrán presentar sus propias conclusiones al tribunal. Se espera que ese mismo día el caso quede visto para sentencia.

Las acusaciones populares también han elevado a definitivas sus peticiones iniciales, con lo que han mantenido el delito de colaboración con organización terrorista contra los dos acusados. La acusación ejercida por Dignidad y Justicia pide nueve años de prisión para Ballesteros y diez para Pamies, mientras que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) solicita ocho años para el inspector y ocho años y medio para el comisario. La representación procesal del PP, por su parte, pide ocho años y medio de cárcel para Pamies y siete años y medio de cárcel para Ballesteros.

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