Tal día como hoy, 26, pero de 2009, Libertad Digital contaba en su portada la entrevista que concedió Pedro Almodóvar al diario argentino Clarín. En ella habló de cine y de "Los abrazos rotos", película que acababa de estrenar en el Festival de Cannes. De él dijo que "yo no sé si soy bueno o no, no estoy tan seguro de mí mismo, sí estoy seguro de mis películas". Añadió que "no creo que sea el mejor director del mundo, pero si hoy se estrena en Francia me preocupan muchísimo las críticas aunque pretendo que no sea así".
El director de cine, de 64 años, dijo sobre su estado de salud que le estaba dando "un muy buen resultado" el tratamiento que estaba llevando a cabo para curarse de la migraña "de tipo genérico" que padecía y que se habría recrudecido "enormemente" en los últimos años. En ese momento de la entrevista confesó que "las drogas para mi generación son algo cotidiano. Tomé bastante cocaína, pero cuando ya no me excitaba sino que me bloqueaba, la dejé porque prefería seguir viviendo y estar lúcido".
Pero lo cierto es que las drogas marcaron a la generación de la Movida madrileña. Como escribió David Valdehíta en el libro Euforia: "La movida fue lúdica, festival, frívola y excéntrica, pero se llevó a mucha gente, otros se quedaron tarados, otros colgados a la droga, otros en la cárcel. Sólo han quedado los triunfadores, como Alaska o Almodóvar, que probablemente fueron los más frívolos".
Pedro Almodóvar fue uno de los iconos de la Movida madrileña, movimiento contracultural surgido durante los primeros años de la transición española. El ahora director de cine creó un dúo musical con Fabio McNamara, con quien grabó canciones como "Gran Ganga", "Suck it to me" o "Voy a ser mamá".
Para Almodóvar, "es difícil hablar de la Movida y explicarla a los que no vivieron aquellos años. No éramos una generación; éramos un movimiento artístico; no éramos un grupo con una ideología concreta. Éramos simplemente un puñado de gente que coincidió en uno de los momentos más explosivos del país".