Dos días después del 12-O que se vivió en Cataluña, con miles de personas en Barcelona celebrando que además de catalanes se sienten españoles, el Gobierno catalán ha hecho una valoración de lo ocurrido. Según ha dicho el portavoz, Francesc Homs, en una entrevista radiofónica, "la mayoría silenciosa debía de estar en su casa", minimizando la afluencia de personas al acto.
Tras destacar que "fue pacífica", por lo que "desde ese punto de vista es positivo", ha pedido "serenidad". A su juicio, tras lo visto el pasado sábado "lo obvio" sería "votar", en alusión al referéndum separatista.
Parecida lectura hacen los socios de CiU en Cataluña, los republicanos de ERC. Su presidente, Oriol Junqueras, ha pedido en TV3 a los participantes en el acto que sean "demócratas" y luchen también por la celebración de una consulta en Cataluña en el 2014.
Junqueras ha dicho que es perfectamente legítimo no ser independentista o tener "dudas racionales y emocionales" sobre la secesión, pero ha sentenciado que es inexcusable avalar que la gente pueda pronunciarse en un referéndum.
"No les pido que sean independentistas, que si lo quieren ser, mucho mejor. Les pido que sean demócratas", ha sentenciado el republicano, que ve posible que partidarios y detractores de la independencia trabajen juntos por una consulta.