La Comisión de Estudio sobre la reforma electoral en la Comunidad de Madrid reunió este miércoles por primera vez a los tres ex presidentes juntos. Es una reforma que nace muerta, puesto que para llevarla a cabo sería necesario el apoyo de dos tercios del Parlamento regional. Por tanto, la mayoría absoluta del PP no sería suficiente.
No obstante, los tres exmandatarios madrileños acudieron a expresar su opinión al respecto. Para Joaquín Leguina el problema no está en la norma electoral sino en la legislación que regula los partidos. "Los males que quieren combatir no residen en la Ley Electoral", sino en "los partidos, en su forma de organización y en sus élites".
Como puntos negativos de la norma, el socialista destacó que genera dos cosas que "distorsionan la proporcionalidad" que es que un diputado "cueste más en Madrid que en Soria" y que a un tercer partido con implantación en España "le cuesta más votos un diputado" que a los dos primeros partidos o a los nacionalistas. Sin embargo, precisó que "estas dos distorsiones no se dan al aplicar esta ley en la Comunidad", donde sólo existe el agravio de la barrera del cinco por cierto para acceder a la Asamblea.
Por su parte, el actual ministro de Justicia se mostró a favor de las listas abiertas. "Esto es una condición necesaria, pero no suficiente". Alberto Ruíz Gallardón incidió en que el "distanciamiento es una realidad. Esto es algo que afecta a las instituciones gobernadas por el PP, por el PSOE, IU o UPyD. Es un problema de todos y tenemos que dar una respuesta", sentenció. Para el dirigente popular, y ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex alcalde de la capital, "el mecanismo electoral es extraordinariamente importante para acabar con el distanciamiento y limitar esa erosión".
"Hay que avanzar para que los ciudadanos se encuentren representados en las instituciones y en los partidos. Hay que articular un sistema a través del cual se garanticen gobiernos eficaces que desde el uso legítimo tengan acción de gobierno sometida al control parlamentario pero que pueden llevar sus propuestas", indicó Gallardón que agregó que hay que ir hacia la eficacia buscar mecanismos para cumplir las promesas electorales. En cuanto a la propuesta de la creación de circunscripciones electorales, recordó que en 1995 ya propuso algo parecido ya que, a su juicio, "sería fantástico que los ciudadanos supieran quién es su diputado". Además se mostró partidario de las listas abiertas.
De la misma opinión es su eterna rival. La presidenta del PP de Madrid, que compareció en último lugar, habló tan claro como acostumbra. "Para nadie es un secreto que yo tengo una gran admiración por el sistema electoral británico. A mí me gusta que cada ciudadano conozca de nombre y cara a sus representantes del Parlamento", afirmó Esperanza Aguirre.
"Entre el sistema británico y el actual sistema español hay una distancia que me gustaría que se pudiera acortar", señaló Aguirre, quien añadió que proponer una lista de 111 nombres, como le sucedió a ella al llegar a la Asamblea en 2003, le parece algo "a lo que había que poner remedio" porque ella, que encabezaba la lista no conocía a todos los integrantes de la lista que lideraba.
A su juicio, "la Ley Electoral vigente sirve a esa hipertrofia del poder de los partidos". Y es que, según señaló la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, las causas de la "desafección" de los ciudadanos y sus representantes son la corrupción, el funcionamiento de los partidos políticos y la Ley Electoral. "Es hora de que todos aparquemos nuestras diferencias partidistas como se hizo en la Transición. Es la hora de la política con mayúsculas, la hora de recuperar la confianza en nuestra nación", subrayó.