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La marcha contra Wert señaliza el camino a "la izquierda española": derrotar al PP

Al inicio de la marcha principal celebrada en Madrid, hubo tensiones entre parte de los colectivos y los representantes del PSOE.

Al inicio de la marcha principal celebrada en Madrid, hubo tensiones entre parte de los colectivos y los representantes del PSOE.
El 24-O en la calle

Amenazaba lluvia el cielo de Madrid cuando los primeros integrantes de la denominada 'marea verde' comenzaron a llegar a la plaza de Neptuno, lugar de inicio de la manifestación contra la 'ley Wert', que ha puesto el punto y final a tres días de paros consecutivos en la enseñanza pública.

Tanto los convocantes de la marcha - los sindicatos UGT, CCOO, Sindicato de Estudiantes y CEAPA, entre otros- como los dirigentes políticos que acudieron realizaron comentarios a la prensa antes de que ésta diera comienzo. El PSOE, a pesar del apoyo cerrado de Alfredo Pérez Rubalcaba a la huelga, envió a una pobre representación: el secretario de Organización del partido, Óscar López; el portavoz de Educación de los socialistas en el Congreso, Mario Bedera y el diputado Rafael Simancas.

No obstante, los tres tomaron pronto posiciones y se colocaron a la cabeza de la manifestación, en segunda línea, tras la pancarta de los representantes sindicales. Este gesto provocó la indignación entre los dirigentes del Sindicato de Estudiantes, especialmente en Tohil Delgado, así como entre los sindicalistas de CCOO. Los socialistas consiguieron hacerse la foto, pero poco después desaparecieron de esa segunda línea. La presencia de Cayo Lara, en cambio, no suscitó tantas suspicacias. "La huelga no ha fracasado lejos de lo que dice la secretaria de Estado -Monsterrat Gomendio- sino que quien ha fracasado es el ministro Wert", afirmó el líder de IU.

Y es que las palabras de la número dos del ministro, calificando de "fracaso" a la huelga y agradeciendo a los padres, profesores y alumnos que no hayan atendido "los lemas demagógicos", escocieron y mucho a los representantes sindicales.

Como siempre, los miles de manifestantes, 250.000, según los organizadores y 12.000 según la Policía, se dirigieron hacia el Ministerio de Educación. Cuando la cabecera de la marcha se encaminaba ya por la calle Alcalá, una lluvia torrencial comenzó a caer en el centro de la capital. "¡Mójate por la educación!", corearon los presentes. La parada frente a la sede ministerial, como de costumbre, era obligada. Un grito atronador pidió entonces la dimisión del ministro.

Su cese es lo único que quieren los sindicalistas. Nada más. No están dispuestos a sentarse a negociar con el Gobierno, a pesar de que Gomendio volvió a ofrecer diálogo este mismo jueves. "Ahora ya no nos pida diálogo; usted es un cadáver político (Wert) y se tiene que marchar ya. ¡Tenemos unos políticos que no se merecen el sueldo que cobran y que lo único que tienen que hacer es irse de este país!", exclamó José Luis Pazos, portavoz de CEAPA.

El Gobierno quiere "legalizar lo ilegal"

"¡Lo hemos vuelto a hacer: hemos parado Madrid!", gritó orgullosa Isabel Galvín, representante de CCOO en la capital. "Las calles están llenas; las aulas, vacías; el ministro, sordo". Y afirmó que lo que pretende el Gobierno con la Lomce es "legalizar lo ilegal". Acusó al Ejecutivo de estar "criminalizando a quien se queja", y denunció que se están produciendo "detenciones en centros educativos" y de que la "Policía entra en la Universidad". Según Galvín, y el resto de sindicalistas, el Gobierno está en minoría. La "mayoría" está en la calle. "No quieren una alternativa", que tampoco especifican muy bien cuál es. Sólo exigen la retirada de la reforma educativa, de los "tasazos", del "decreto de becas" y de los "recortes". Nada más. Silencio sobre cómo atajar el fracaso escolar.

El objetivo tiene que ser ahora, según explicó el portavoz de UGT, "intentar que el PP no salga en las próximas elecciones generales, derogar la Lomce y el concordato" con la Santa Sede. "Ese es el plan que debe seguir la izquierda española". Y añadió Eduardo Sabina: "No ha acabado la lucha, habrá más movilizaciones porque nuestro objetivo tiene que ser que no ganen" las elecciones.

"¡Están en minoría absoluta!, ¡estamos en contra y vamos a ir a por vosotros!", avisó la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García. "Quieren volver a la escuela franquista, son unos nostálgicos del Franquismo; está clarísimo", sostuvo. Según García, el Ejecutivo de Mariano Rajoy lo que quiere es "devolver a la Iglesia a ese púlpito que tenía en las escuelas" para que los "curas canten el 'Cara el sol'". Y anunció nuevas "jornadas de lucha" para el mes de noviembre.

Con música de Melendi de fondo, la marcha se dio por finalizada. En ese momento, unos cuantos chicos, con la cara tapada, los puños en alto y bengalas en la mano desplegaron una pancarta en la que se leía 'Asambleas, como Baleares, a la huelga indefinida'. Más tarde, un centenar de manifestantes, que continuaba frente a la sede ministerial al grito de "¡dónde está Wert!", "¡fuera!", "¡dimisión!", "¡menos policía, más educación!" y "¡que salga el ladrón!", comenzaron a lanzar botellas contra la fachada. Los antidisturbios de la Policía Nacional disolvieron a los manifestantes, que abandonaron la calle en torno a las nueve y media, tras tirar diversos objetos a los agentes. Los incidentes continuaron en la calle Virgen de los Peligros, donde quemaron una papelera.

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