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La beatificación de Marta Obregón, una de las víctimas del 'violador del ascensor'

Pedro Luis Gallego fue condenado por 18 violaciones y 2 asesinatos y puede quedar en libertad. Marta Obregón está ahora en proceso de beatificación.

Pedro Luis Gallego fue condenado por 18 violaciones y 2 asesinatos y puede quedar en libertad. Marta Obregón está ahora en proceso de beatificación.
Marta Obregón, en proceso de beatificación, fue asesinada por Pedro Luis Gallego

La sentencia del Tribunal Superior de Derechos Humanos de Estrasburgo en el caso de Inés del Río ha provocado ya la excarcelación de ésta y otros terroristas y asesinos. Además, numerosos etarras y sanguinarios delincuentes se podrán beneficiar de la aplicación de la sentencia sobre la doctrina Parot. Asesinos en serie y violadores podrán salir a la calle tras el fallo.

Uno de ellos es Pedro Luis Gallego, más conocido como el "violador del ascensor", condenado a 328 años por la violación de 18 chicas y el asesinato de otras dos. Este preso ya ha remitido un escrito a la Justicia para que sea puesto en libertad tras pasar 21 años en prisión.

Sin embargo, su vida ha estado siempre relacionada con el delito. Algunas de sus violaciones las protagonizó en tiempos en los que entraba y salía de prisión. Ahora, si tal y como está sucediendo con los etarras queda en libertad, lo hará sin ninguna cuenta con la Justicia pero con un historial terrorífico y marcado por la barbarie.

Precisamente, la posible excarcelación del violador del ascensor coincide en el tiempo con un importante hecho, el proceso de beatificación iniciado en la Iglesia Católica de una de sus víctimas, la joven Marta Obregón, violentamente asesinada por 14 puñaladas y numerosos golpes por su resistencia a no ser violada.

Esta joven burgalesa de 22 años fue raptada por Pedro Luis Gallego en el portal de su casa y su cuerpo apareció seis días más tarde. Había sido molida a golpes y presentaba en el pecho hasta 14 puñaladas, una de las cuales le atravesó el corazón. Sin embargo, a todos sorprendió la cara de ángel que tenía en el tanatorio.

Murió defendiendo su pureza

Su proceso de beatificación se abrió en 2011 por su heroicidad al defender su castidad y virginidad, de tal modo que murió por que así fuera. Esta joven vinculada al Camino Neocatecumental tenía una vida de fe muy profunda y ya era un ejemplo para todo su entorno antes de morir. Su diario así lo atestigua. Esta estudiante de 5º de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid había entregado su vida a Dios.

Curiosamente, Marta murió asesinada en la festividad de Santa Inés, hasta este momento la única santa española que murió defendiendo su castidad, cuando en el siglo III se negó a tener relaciones sexuales con un romano. Los que promulgan la causa de beatificación, encabezada por el arzobispo de Burgos, defienden que "conforme a su deseo de servir a Dios y según pruebas fidedignas, entregó su vida a Jesucristo en defensa de la virtud de la pureza".

"Dios es lo más importante en mi vida. Mi amor. Y como he conseguido llegar a adivinar esta gran verdad, no quisiera nunca perderlo (Yo sólo quiero seguirte, Jesús)", escribía en su diario junto con numerosas frases en las que se puede ver su profunda espiritualidad pese a su juventud y que se había visto acrecentada poco antes de ser asesinada.

Actualmente, Marta Obregón ya tiene el título de "sierva de Dios", una primera denominación antes de ser beatificada y, si llegara el punto, ser declarada santa. En estos momentos, los postuladores de la causa recogen testimonios y ya hay decenas en los que se manifiestan curaciones espirituales e incluso físicas por intercesión de esta joven burgalesa enamorada de Dios y que quería ofrecer su pureza sólo a Él.

El informe forense repetía en numerosas ocasiones que todas las heridas que sufrió "sucedieron por intentar evadir la agresión". Los miembros de la causa incidían en su momento de la apertura que "hay que demostrar que murió por su fe" puesto que "lo importante es la vida, ya que en los últimos momentos no hay ningún testigo directo" por lo que agregaban que "se la beatifica por su vida y no por su muerte".

"Rezo por la conversión de su asesino"

Ahora a la familia le espera una nueva prueba con la posible excarcelación de su asesino, momentos que volverán a llevarles a los días fatídicos. Sin embargo, en una pasada entrevista la madre de Marta, Pilar Rodríguez, confesaba que "recé por su asesino para que se convirtiera".

Sobre la tragedia y cómo se produjo, relataba que ante una situación como esta "puedes hacer dos cosas, echar la culpa a Dios de lo ocurrido o acercarte mucho más a Él". Además, cuenta lo que le pasó a mucha gente cuando acudió al tanatorio a ver a Marta. "Vi la cara de paz que tenía mi hija", contaba emocionada, "es lo que chocó a todo el mundo". La gente que la vio aseguraba que "había muerto santa porque era imposible que con esa muerte tan violenta tuviera esa cara, parecía una virgen niña, perdonando al que lo mató, si no es imposible".

"He llorado muchísimo porque soy humana. Aunque sepa que mi hija está en el cielo pero, yo no la tengo aquí", contaba. Por ello, "comencé a rezar más y traté de que mis hijas también lo vieran así. A veces damos importancia en la vida a cosas que no la tienen y he aprendido a distinguir las cosas importantes de las que no lo son".

De este modo, Pilar cree que la muerte de su hija y la fe que tenía esta joven puede ayudar a mucha gente. "En sus escritos decía: 'si yo pudiera dar ejemplo con mi vida'..." Ya hemos recibido muchos testimonios de todo el mundo que nos cuentan que se puede vivir una vida de piedad viviendo una vida moderna como Marta", afirmaba esta madre de la que quizás un día sea ejemplo de pureza para la Iglesia.

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