El portavoz del sindicato CSI-CSIF en la empresa pública Tragsa, Rafael Fernández, ha declarado en Es noticia Madrid de esRadio que no está garantizada la limpieza de la basura acumulada en las calles de Madrid debido a que no se ha decretado la alerta sanitaria y a que la propia Tragsa está en mitad de un ERE, habiendo más de 800 personas "pendientes de irse a la calle".
Fernández considera que el Ayuntamiento de Madrid intenta utilizar a Tragsa para "sabotear una huelga", hecho que parece a los trabajadores de esa empresa "desproporcionado": "No queremos participar". El portavoz del CSI-CSIF dice que la decisión de "ir o no ir -a limpiar las calles madrileñas- tiene que ser a nivel de empresa", y añade que existe una dificultad: "Para poder actuar, debe existir una situación de alerta sanitaria. Entramos a funcionar en un capítulo de emergencias".
El sindicalista ha declarado que "no entramos a trabajar por el antojo o capricho de alguien que quiere que actuemos". Fernández ha dicho que en caso de que hubiera alerta sanitaria estarían "obligados" a actuar, pero que esta, hasta el momento, no se ha producido. "Si nosotros funcionamos donde existe la alerta y a la vez nos dicen que no hay alerta, ahí está el caos. ¿Cómo se pueden dar las dos circunstancias a la vez?", se ha preguntado, para después tildar de "improvisación" y "calentón" las palabras de la alcaldesa de la capital, Ana Botella.
Además, ha destacado el "conflicto laboral que tenemos sobre la mesa", puesto que Tragsa está en mitad de un ERE, con más de 800 personas "pendientes de irse a la calle". "No se dan las condiciones mínimas en las que podamos afrontar ningún tipo de trabajo", ha agregado.