El PP trata de salvar, a destiempo, la cara con la Lomce. Su actuación parlamentaria no ha podido ser más errática. Durante su trámite en el Congreso, se unificaron los Bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales. Fue en este paso cuando, a través de una enmienda de los populares, las Matemáticas perdieron su condición de obligatoriedad.
Ya en el Senado, durante el periodo de presentación de enmiendas, tampoco fueron capaces de corregir este error, que tiene como consecuencia que un estudiante pueda llegar a la facultad de Economía, Administración y Dirección de Empresas, Magisterio o Sociología sin haber tocado las Matemáticas en los dos cursos anteriores de Bachillerato.
Un día antes de que el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) sea aprobado en el Senado, fuentes parlamentarias explicaron que el PP ha propuesto al PNV transaccionar dos de sus enmiendas relativas al Bachillerato que solventarían este problema.
La pasada semana los populares trasladaron la responsabilidad a José Ignacio Wert: la "última palabra corresponde al Ministerio de Educación", precisó a la prensa el senador portavoz popular, Luis Peral. Sin embargo, fuentes ministeriales niegan este punto a Libertad Digital. Y añaden que es competencia del Grupo Parlamentario solucionar el embrollo que ocasionaron en la Cámara Baja. No tendría sentido pensar que el departamento que dirige Wert no quiere que las Matemáticas sean una asignatura troncal y obligatoria cuando la Lomce salió del ministerio siendo esto así, manifiestan. Y eso sin tener en cuenta la importancia que otorga el ministro a los informes PISA, donde los españoles obtienen pésimos resultados.
Si se aprueba el texto tal y como está ahora, los alumnos de segundo de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales tienen la obligación de estudiar Historia de España, Latín, Lengua Castellana y Literatura y primera Lengua extranjera y las Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales sólo aparecen como opcionales.
El PNV no está dispuesto a solucionarlo
Y todo apunta a que vaya a ser así: la portavoz de Educación de los nacionalistas vascos en el Senado, Ruth Martínez, confirmó a Efe que efectivamente su grupo ha recibido la propuesta de los populares para transaccionar dos de sus enmiendas (636 y 637) con el fin de que las Matemáticas sean obligatorias. Pero que, aunque el PNV desea que esta asignatura sea obligatoria, no está de acuerdo con el texto que se le ofrece porque no se tendría en cuenta el "espíritu original" de las enmiendas, que se referían a invasión de competencias, explicó la senadora.
Martínez, que consideró un "despropósito" y una "metedura de pata del Gobierno" el que las Matemáticas fueran relegadas en el Congreso, aseguró que su grupo va a rechazar la propuesta de la transaccional por esos motivos. Según la senadora nacionalista, hay otra posibilidad para asegurar las Matemáticas en este trámite parlamentario, que consistiría en que el PP presentara una enmienda que fuera acordada con otros cuatro grupos parlamentarios. En cambio, otras fuentes consultadas niegan esta posibilidad, el PP no tendría ya esa capacidad en la Cámara Alta.
Pero la de las Matemáticas, no es la única metedura de pata que han protagonizado los senadores populares. La semana pasada a punto estuvieron de acabar con uno de los pilares fundamentales de la reforma educativa. Por culpa de un "grave malentendido" (en palabras del propio Peral), el PP había aceptado cinco enmiendas del PSOE y cinco de la Entesa que suponían acabar de facto con las reválidas que propone la Lomce y, además, habrían impedido que los alumnos de Primaria conozcan aspectos fundamentales de la Geografía, Historia y Cultura de toda España. En el último momento se dieron cuenta y retiraron su apoyo.
Si algún cambio de última hora no lo remedia, este miércoles el Pleno del Senado dará luz verde a la reforma educativa sin que las Matemáticas sean obligatorias para los alumnos que cursen el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales. El texto será devuelto así al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva, prevista para antes de finales de año. Este último trámite en la Cámara Alta coincide con nuevas protestas y movilizaciones convocadas por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública y una nueva jornada de huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes.