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Vítores, cohetes y repique de campanas para recibir a dos etarras excarcelados

Los etarras Delgado e Izaguirre fueron recibidos como héroes en Legazpia y Galdácano. El delegado del Gobierno lo ha llevado a la Fiscalía.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de la Audiencia Nacional el recibimiento a los expresos de ETA Juan Ignacio Delgado Goñi, en Legazpia (Gipuzcoa), y a Javier Martínez Izagirre, alias Javi de Usansolo, en Galdácano (Vizcaya).

La puesta en libertad de ambos presos fue decretada este martes por la Audiencia Nacional en aplicación de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que anuló la retroactividad de la doctrina Parot.

Urquijo ha remitido al fiscal un escrito en el que informa de que este martes sobre las 23.15 horas entre 30 y 40 personas participaron en la bienvenida a Delgado Goñi en Legazpia y de que hubo lanzamiento de cohetes y "repique de campanas en una iglesia próxima".

Fuentes del obispado de San Sebastián han confirmado a Libertad Digital que el repique de campanas no se ha producido desde ninguna iglesia de la localidad. Igualmente, han indicado que tanto la ikastola como el edificio de una fundación poseen campanas, por lo que se podría haber producido desde cualquiera de esos dos lugares.

En otro escrito, el delegado del Gobierno da cuenta de que a la una y media de esta madrugada unas cien personas han recibido en Usansolo, en el municipio de Galdacano, a Martínez Izagirre, al tiempo que han ondeado ikurriñas y han lanzado cohetes.

Martínez Izaguirre llegó en coche al municipio con su mujer y su hijo. Le aguardaba un centenar de personas, que le dieron la bienvenida con un pasillo de honor portando antorchas, ikurriñas y banderas a favor del acercamiento de los presos de ETA. Al bajarse del vehículo para dar las gracias por la acogida, Javi de Usansolo fue abrazado, aplaudido y jaleado por sus allegados.

El recibimiento tuvo lugar cerca del lugar donde el grupo terrorista al que pertenecía colocó el 5 de diciembre de 1986 un artefacto explosivo bajo el coche del ciudadano Magin Nogueira, que resultó herido de gravedad, al que confundieron con un integrante de las fuerzas de seguridad.

Urquijo considera que ambos actos podrían vulnerar la leyes de protección y reparación de las víctimas de ETA, y que incluso podrían constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo, según ha informado en una nota.

El delegado del Gobierno ha advertido de que "no bajará la guardia ante actos que suponen una humillación a las víctimas y una exaltación de apoyo a lo que fueron comportamientos terroristas", y ha acusado al entorno de la banda de haber "engañado" al "hacer creer que no habría recibimientos a los miembros de ETA ahora excarcelados".

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