El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha dejado este viernes claro que la consulta que ha planteado el Gobierno de la Generalidad "no se puede hacer" ni "se va a hacer", pero ha añadido que "algo hay que hacer con el diálogo entre Cataluña y España".
En declaraciones a La Sexta recogidas por Efe, Zapatero ha hecho hincapié en que la consulta "es inviable" y ha recalcado que ese hecho "se ve hasta en las preguntas" que se han planteado, que son, a su juicio, "notoriamente ininteligibles". La pregunta de la eventual consulta, que se celebraría el 9 de noviembre de 2014, es: ¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?" y, en "caso afirmativo", una subpregunta que interrogaría a los catalanes sobre si quieren que "este Estado sea independiente".
"¿Un Estado o qué, cuál es la alternativa?", se ha preguntado Zapatero, quien ha añadido que, "por rigor y honestidad", ambas cuestiones deberían llevar unida una tercera pregunta: "Es usted consciente de que si vota esto está votando la salida de Cataluña de la Unión Europea?, porque esto es así".
En cualquier caso, Zapatero ha subrayado que "las reglas están muy claras y las conoce muy bien" el presidente catalán, Artur Mas, quien sabe "que esa llamada a consulta no se puede celebrar" y que los "operadores jurídicos", ya sean funcionarios o jueces, "no van a participar en procesos que no tienen un fundamento legal".
Preguntado por si la consulta se podría convocar "ilegalmente", ha respondido: "Entonces ya sería otra cosa". Ha añadido que le "sorprendería extraordinariamente" que responsables políticos a los que tiene "por demócratas" lo hicieran.
"Abrir la carpeta del diálogo"
El expresidente del Gobierno ha afirmado que desde la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán la asignatura pendiente es "abrir la carpeta del diálogo" y recuperar la confianza entre las instituciones del Estado y de Cataluña.
Zapatero considera "imprescindible" ese diálogo para reconducir la actual situación y cree que ahora está en juego la capacidad de los dos grandes partidos, PP y PSOE, para "llamar" a ese punto de encuentro a las fuerzas políticas catalanas, siempre partiendo de "la sentencia del Estatut". Una sentencia con la que, ha admitido, no está de acuerdo, pero que respeta "por encima de cualquier otra circunstancia" y que -ha indicado- "hay aceptar y acatar".
"Tiene que haber una llamada al diálogo", ha dicho el exlíder del PSOE, que ha apostado por que ese diálogo sea "abierto, democrático" y que haya una "deliberación pública" que considera "fundamental" que tuviera lugar en el Congreso y que Artur Mas pudiera acudir a la Cámara Baja para debatir con todas las formaciones políticas.
Tras insistir en que una consulta ilegal que no permite la Constitución no se va a producir, Zapatero ha considerado que en los próximos meses pueden pasar muchas cosas, y ha abogado por no alimentar "tensiones y desafectos", como están haciendo los más "radicales".