La obsesión nacionalista por introducir el desafío soberanista en todos los ámbitos en Cataluña está provocando que hasta la propia Navidad y el nacimiento de Jesús sea llevado al ámbito político. Es lo que ocurrió el pasado 29 de diciembre en el Centro Parroquial San Vicente de Sarriá en Barcelona.
En esta parroquia barcelonesa desde hace años se representan 'Els Pastorets' una típica representación teatral en Cataluña que se celebra en Navidad en los que se trata el nacimiento de Jesús y se dan los diálogos de los pastores que rememoran esta fecha tan señalada.
Según informa Dolça Catalunya, en esta parroquía cada Navidad se representa una de esta funciones, concretamente L´Estel de Nazaret de Ramón Pamiés, con mayor carga teológica que otras similares.
Sin embargo, en esta edición tanto el director como algunos actores decidieron cambiar la carga religiosa por un contenido nacionalista y al niño Jesús por Artur Mas. El resultado no fue tal y como esperaban. El público, sorprendido ante este hecho, se dividió y mientras unos aplaudían otros pitaban y criticaban la politización de esta función navideña.
En este sentido, ya desde el primer acto había un hecho que dejaba entrever lo que sucedería más tarde. Un pastor portaba en todo momento una bandera independentista y se encargaba de agitarla y de que el público la viera.
Evidentemente, esto era una concesión del director pues nunca en la obra original se introducía esta carga ideológica ni por asomo. Pero la cosa no acabó con la bandera estelada sino que en el segundo acto dos de los pastores introdujeron un diálogo en el que se criticaba a Mariano Rajoy por negar la secesión a Artur Mas.
La función navideña que pretende recrear el nacimiento de Jesús continuó con un villancico que volvía a sustituir a Dios por el nacionalismo y así los pastores entonaban: "el próximo noviembre votaremos la independencia, votaremos la libertad, seremos Estado, y seremos independientes, se nos acaba la paciencia".
Ante esto, una parte del público aplaudía a los actores mientras otros asistentes pitaban y gritaban ante una politización antes nunca vista de una tradicional función navideña. Hasta los actores quedaron sorprendidos de no haber recibido un aplauso unánime por parte del auditorio de la parroquia.