"Repugnante" y "deleznable". Éstos fueron los dos términos que empleó este viernes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para calificar el acto convocado por el entorno de la organización terrorista ETA este fin de semana en la localidad vizcaína de Durango y en el que está previsto que hagan acto de presencia los sesenta terroristas que han sido ya excarcelados tras la supuesta derogación de la Doctrina Parot por una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
A preguntas de los periodistas, tras un rueda de prensa en la que hizo públicos los datos sobre seguridad vial en el año 2013, recordó que la última palabra sobre la celebración o no de este acto la tiene el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz -quien en las últimas horas ha solicitado informes a Policía y Guardia Civil, tras el anteriormente pedido a la Ertzaintza-, para advertir después de que Policía y Guardia Civil estarán "muy atentos" en caso de que tenga lugar y que se produzca cualquier hecho que sea constitutivo de delito.
"El lugar donde se ha convocado el aquelarre es un antiguo matadero. No sé si lo eligieron con ese conocimiento previo pero va muy buen para el caso", dijo el ministro, quien destacó que los proetarras que acudirán al mismo son "personas libres, pero no han pedido perdón a sus víctimas, no se han desvinculado de la banda terrorista ETA ni se han arrepentido de los actos que les llevaron a la cárcel".
Jorge Fernández Díaz recordó que el Tribunal Constitucional en su sentencia de legalización de Sortu marcó las líneas rojas por las que el brazo político de ETA podría volver a ser ilegalizado y quiso advertir a esta formación, por si algunos de sus dirigentes acuden al acto, que el contador "no está a cero" y ya se han pasado informes a la justicia.
Comunicado del colectivo de presos de ETA
El titular de Interior restó importancia al comunicado hecho público la pasada semana por el colectivo de presos de ETA y aseguró que el Gobierno no ha realizado "ninguna valoración" del mismo porque el único comunicado que esperan es el de la "disolución incondicional" de la organización terrorista.
"El Gobierno no va a estar pendiente de los comunicados que por propaganda y al servicio de sus estrategias y para la teatralización que necesita ETA o sus presos decidan en cada momento. No cambia para nada ese comunicado la política antiterrorista del Gobierno en general y la política penitenciara en particular", aseguró
En esta línea, Jorge Fernández Díaz mantuvo que el Ejecutivo no cambiará la política antiterrorista del Gobierno ni la penitenciaria en particular. "Mientras ETA exista o mientras los presos no se desvinculen de ETA va a seguir existiendo la política de dispersión. La legalidad penitenciaria es la que es. Si quieren que su situación cambie la ley es la única referencia", afirmó.