"Soy plenamente consciente del esfuerzo para mantener las capacidades que se requieren para garantizar la seguridad de nuestra patria". Su Majestad el rey don Juan Carlos advirtió este lunes del daño que la actual crisis económica está haciendo a las Fuerzas Armadas, cuyos presupuestos han recibido tan importantes recortes que la amenaza de la inoperatividad empieza a preocupar seriamente tanto en el Ministerio de Defensa como en las altas esferas de los tres Ejércitos.
Durante la celebración de la Pascua Militar, celebrada como es tradición en el Palacio Real de Madrid, y que este año contó por segundo año consecutivo con un formato reducido debido al delicado estado de salud físico del Monarca, instó a los militares a "continuar avanzando por la senda que nos permita obtener el máximo rendimiento de los recursos y mantener la operatividad de nuestras unidades".
Don Juan Carlos agradeció el "compromiso" y "trabajo" de los militares, nombrando específicamente al Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, Cuerpos Comunes y Guardia Civil, y aseguró que su trabajo "no es sólo una admirable elección profesional, sino que también implica una decisión personal que va mucho más lejos, ya que es expresión de patriotismo, solidaridad y generosidad".
"Desempeñáis vuestras funciones con el máximo rigor y excelencia. Lo hacéis contribuyendo a la mayor fortaleza de nuestro Estado de Derecho y a la defensa de los legítimos intereses de España en el mundo", añadió, tras lo que destacó el papel que desarrollan las Fuerzas Armadas en sus misiones en el exterior en Afganistán, Líbano, Somalia, Uganda, Mali y la más reciete de República Centroafricana.
Visiblemente cansado, hasta el punto de tener serias dificultades para concluir su discurso, el Rey destacó el "espíritu de servicio" y "valor" de los militares y les animó a "seguir transmitiendo confianza y seguridad" en el desempeño de su labor, así como a "continuar trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles".
Secuencia de los actos
El acto de celebración de la Pascua Militar se inició unos minutos pasado el mediodía, con la llegada de los Reyes de España y los Príncipes de Asturias a la Plaza de la Armería del Palacio Real, donde fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz; y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Fernando García Sánchez.
Ayudado por dos muletas durante sus desplazamientos, pero sólo por una mientras permanecía en pie, y vestido con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, don Juan Carlos recibió honores militares a su llegada, retirándose del guión del acto, por segundo año consecutivo, el tradicional paso de revista a las tropas.
Finalizados estos honores militares, el acto continuó en la Saleta Gasparini del Palacio Real, donde el Rey saludó a una fila de autoridades mucho más breve de los habitual, como el año pasado, entre los que estaban el secretario de Estado de Defensa, Pedro Arguelles; y el secretario de Estado-director del CNI, el general Félix Sanz Roldán; el general Francisco Javier García Arnaiz; el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general Francisco Javier García Arnaiz; y el jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), el almirante Jaime Muñoz-Delgado.
También sin el tradicional besamanos, como ya ocurriese el año pasado, se dirigieron a la Sala del Trono, que por segundo año consecutivo contaba con cuatro sillas para que los Reyes y los Príncipes de Asturias pudiesen sentarse, algo hecho pensando en el delicado estado de salud del Monarca. Allí fue donde intervinieron ante los presentes el ministro de Defensa y el propio Rey, suprimiendo también la habitual imposición de condecoraciones a diferentes miembros de las Fuerzas Armadas.