"Memoria, dignidad, verdad y justicia", rezaba el homenaje de los populares a las víctimas del terrorismo. Un colectivo cada día más dividido, como quedó de manifiesto en el reciente homenaje a Gregorio Ordóñez. Una parte importante de las víctimas -como por ejemplo, la hermana de Ordóñez- cree que el Gobierno no hace todo lo posible en la lucha contra ETA; José Antonio Ortega Lara llegó a dejar el PP y a promover el nacimiento de Vox.
En este contexto, Marimar Blanco -a quién el Ejecutivo situó al frente de la Fundación de víctimas- llamó a la unidad. "Me duele muchísimo ver a las víctimas del terrorismo divididas", destacó en el cónclave del PP catalán, donde fue muy aplaudida. A su juicio, "el enemigo no es el Gobierno del PP" sino la banda terrorista ETA. "Cuanto más unidos hemos sido, más fuertes", argumentó.
"Yo creo y defiendo en la política antiterrorista del PP porque mientras no me demuestren que estén utilizando otras vías y otros atajos. Estaré con el Gobierno y con el partido de mi hermano", se reafirmó, exculpando al Gobierno de la derogación de la Doctrina Parot y destacando que se han detenido a 90 etarras con Mariano Rajoy como presidente. "Ni yo me vendo al PP ni vendo la memoria de todas y cada una de las víctimas del terrorismo", insistió.
Su defensa del Ejecutivo fue una constante. La propia Blanco se contestó a la pregunta de por qué no se ha procedido a la ilegalización de las nuevas marcas de Batasuna a pesar de los indicios que ya existen. "Cuando el saco de las pruebas esté lleno, el Gobierno no perderá ni un minuto en aportar ese saco a la Justicia para que, de una vez por todas, sean ilegalizados y dejen de utilizar las instituciones", aseguró. "No quiero que la justicia me dé más tortas de las que me está dando, de tener que ver que terroristas sanguinarios salen de la cárcel sin haber cumplido el máximo legal, o cómo se permite a través de la justicia manifestaciones para exigir la impunidad", dijo en una intervención entre emotiva y contundente.
"ETA tiene que disolverse sin condiciones"
Por su parte, desde el Gobierno se reiteró por enésima vez que no hay cambio en la política contra ETA. "Tiene que disolverse sin condiciones ni concesiones. No van a obtener nada por dejar de matar de lo que pedían mientras empleaban la violencia", contestó Soraya Sáenz de Santamaría al término del Consejo de Ministros.
A la vicepresidenta le preguntaron, en concreto, por las duras críticas de la hermana de Ordóñez: "Prefiero no entrar en debates con el dolor de las víctimas", se excusó, si bien mantuvo intacta la máxima contra ETA. Mientras, desde el PP, un portavoz autorizado reiteró: "Siempre vamos a estar con las víctimas, incluso en estos momentos complejos".