Cuando pasaban las 18:00 de la tarde de este viernes, un grupo de desconocidos atacó la sede del PP de Amurrio pegando carteles con la palabra "hiltzaileak", que significa "asesinos". También dejaron un muñeco de tamaño natural con un buzo blanco y manchado de pintura roja en el que pegaron la fotografía de Arkaitz Bellón, un preso de ETA que fue hallado muerto en su celda en la prisión del Puerto de Santa María el pasado día 5 de febrero.
Además, unas horas más tarde, volvieron y tiraron pintura roja sobre la fachada de la sede y escribieron, esta vez en español, la palabra "asesinos". "Esto demuestra", ha dicho en declaraciones a Libertad Digital el concejal del PP en Amurrio Santiago Abascal Escuza, que "las cosas no han cambiado. Es verdad que no nos matan, pero no nos dejan vivir tranquilos".
Para Abascal Escuza, que los asesinos quieran acusar de asesinato a los demócratas, a los que "llevamos defendiendo la libertad y la democracia en mi caso 37 años, suena bastante mal". Lo ocurrido, en su opinión, "está en la línea de lo que ha sucedido esta semana, que ni el PNV ni Bildu han querido condenar los últimos actos de terrorismo callejero". Además, ha recordado que estos ataques y destrozos se llevan produciendo desde hace semanas en las sedes del PP de Amurrio y Llodio.
Según ha señalado Abascal Escuza, en declaraciones a Libertad Digital, "es una falacia pensar que aquí no pasa nada, que esto se ha acabado. No es cierta ni una cosa ni la otra" y demuestra que "no se puede tender puentes al enemigo" porque lo que provoca es que "nos ataquen a los demócratas".