El diario El Mundo ha colgado en su edición digital un vídeo de algo más de cinco minutos de la declaración de la infanta Cristina ante el juez del caso Nóos, José Castro, quien ya había ordenado a la Policía investigar a la persona que tomó la foto publicada este domingo.
En el vídeo, grabado con la cámara ladeada y la imagen vibrando, se aprecia a la infanta Cristina por detrás, respondiendo a las preguntas del juez, mientras que se escuchan los silbidos y protestas en la calle, que obligan a Castro a subir la voz y dificultan el transcurso de la declaración.
Las frases con las que contesta Cristina de Borbón a las preguntas del juez oscilan entre el "no me acuerdo", "no recuerdo nada" y "desconozco la mecánica".
En el fragmento publicado, el juez le pregunta por las actividades de Nóos y sobre si le comunicaban la captación de nuevos clientes. En este punto, le muestra un correo electrónico enviado por el duque de Palma al secretario de la infanta, García Revenga, en el que Urdangarín indicaba "dale una copia a Cristina". "Había un fluido comunicativo", dice el juez a la infanta.
El diario de Unidad Editorial añade algunas de las frases textuales de la infanta ante el juez en la información que publica este lunes. Entre otras, señala que afirmó: "Sé lo que hacía mi marido, pero no a lo que se dedicaba Nóos", en una llamativa contradicción.
También dijo textualmente, cuenta el diario, que "nunca" ha "visitado la sede de Nóos". Aunque luego añadió que fue "una vez a recoger a Iñaki".
Las respuestas más breves, apunta el diario, fueron las referidas a Aizoon. También incluye su contestación cuando el juez le preguntó sobre si había sido utilizada como escudo fiscal: "Nunca he recibido trato de favor de la Hacienda Pública", afirmó. Añadió que por ser la "hija del Rey" se lo "miran todo con lupa y con mayor atención precisamente por ser quien soy".
Vídeo pese a la orden del juez
Las imágenes trascienden después de que el juez, tras la publicación de una foto, haya solicitado investigar de dónde viene la filtración. Ahora, el juez decano ha anunciado la apertura de diligencias contra la persona que lo haya filtrado.
Castro había prohibido en un auto acceder a la sala con cualquier dispositivo capaz de captar imágenes. Las personas que accedieron al juzgado, unas cuarenta entre abogados defensores, fiscales, representantes de la acusación y funcionarios, tuvieron que depositar bajo custodia policial sus teléfonos, tabletas y portátiles.
A ello se suma que el juez decidió que no se grabara a la imagen declarando. En su lugar, sólo se grabó el audio. Su precaución, no obstante, ha resultado inútil.