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Moreno Bonilla, vocalista de 'Falsas Realidades' en institutos y pueblos

De servir cerveza, manejar la mesa de sonido y pegar carteles en las campañas de Arenas, Moreno Bonilla dirigirá ahora el PP andaluz.

De servir cerveza, manejar la mesa de sonido y pegar carteles en las campañas de Arenas, Moreno Bonilla dirigirá ahora el PP andaluz.
El candidato a la presidencia del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla (i), junto al diputado Carlos Rojas | EFE

Malagueño de adopción, Moreno Bonilla nació en Barcelona en mayo de 1970. Su currículum no queda del todo claro. En 2000 decía ser licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE), mientras que cuatro años más tarde decía tener sólo estudios de ADE. Otros cuatro años después, en 2008 en su CV no aparecían estudios superiores.

Eso sí, en el resumen de su biografía en la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dice tener una licenciatura en "Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela" y ser "Titulado Superior Universitario en Protocolo y Relaciones Institucionales por la misma universidad".

También se atribuye un master en Dirección y Administración de Empresas (ADE) por EADE y un programa de liderazgo para la gestión pública por el IESE. En cuanto a los cargos políticos, actualmente Moreno Bonilla es secretario de Estado de Sanidad, Secretario General del Real Patronato de Discapacidad, presidente del Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad y Vicepresidente del Comité Paralímpico Español.

"De calle a calle"

El sustituto de Javier Arenas ha iniciado este sábado en Huelva su recorrido por todos los "rincones" de Andalucía y que él mismo ha definido como "de calle a calle". El objetivo es darse a conocer entre los andaluces y empezar así a aumentar su grado de conocimiento entre la población frente a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a quien se enfrentará en las próximas elecciones autonómicas.

Atrás han quedado para el todopoderoso nuevo líder de la formación en Andalucía aquellos tiempos en los que intentaba destacar como líder político en la universidad. Como recuerdan en ABC quienes fueron sus amigos en sus inicios en la política, despuntaba en las campañas universitarias cuando contaba con apenas algo más de 20 años. Entonces, se anotó el mérito de terminar con la hegemonía de los grupos de izquierda al ganar en alguna facultad la Asociación Popular de Estudiantes. Fue en ese momento cuando el partido se fijó en él, aunque ya se había afiliado al PP andaluz.

Sus compañeros durante aquellos años, cuentan que siendo ya miembro de las Nuevas Generaciones (NNGG) del partido en Andalucía, hacía de todo, desde manejar la mesa de sonido en los mítines de Arenas hasta pegar carteles en las campañas electorales e incluso aprovechar la situación para colocar una barra en un acto de Arenas y servir cerveza. Fue en el Parque Picasso de Málaga. Se salió con la suya, pero no faltaron quienes le criticaron, recuerdan sus amigos.

En aquel entonces, Moreno Bonilla hizo campaña por toda España para ser nombrado presidente nacional de NNGG. Lo hizo con sus amigos y en una furgoneta que, según cuentan, alquilaban ellos mismos para los viajes y que les costaba 25.000 pesetas de entonces.

Vocalista de Falsas Realidades

Sus recuerdos son nítidos, según se refleja en en ABC. Sus amigos llegan a evocar las canciones de Danza Invisible que entonaban en la furgoneta. Lo que queda del amor era el tema que más les gustaba. En cambio, no aclara si ese era uno de los que aparecía en el repertorio de los grupos de Rock, Lapsus Psíquico o Falsas Realidades. En esos tiempos de juventud Moreno Bonilla fue el vocalista de estos dos grupos, primero Lapsus Psíquico y, después, Falsas Realidades, que estuvieron muy influenciados por el estilo de Danza Invisible, y con los que actuó en Málaga y provincia.

De momento, ni Moreno Bonilla, ni sus amigos de juventud han explicado el motivo de la elección de esos nombres para su grupo. En cualquier caso, eso de Falsas Realidades no deja de tener cierta guasa malagueña viendo el currículum de Juan Manuel Moreno, o el proceso que le ha encumbrado hasta la primer puesto del partido en Andalucía.

Rockeros en política

Moreno Bonilla no es el único político que ha hecho sus pinitos en el mundo de las bandas de pop-rock juveniles. Mucho antes que él, Antonio Hernández Mancha ya tocaba la guitarra rítmica y era vocalista del grupo Los Infames, donde tocaba durante las vacaciones que pasaba en Baños de Montemayor. Sus integrantes, para darle un toque anglosajón lo cambiaron por The Infams. Tocaban, como Moreno Bonilla, en las fiestas de los pueblos.

Otro ejemplo de políticos rockeros es Mariano Fernández Bermejo, exministro de Justicia con Zapatero entre 2007 y 2009. Bermejo, además de considerarse abiertamente de "izquierdas" y no tener empacho en asegurar que actuaría "como tal" en su función pública, también confesó que en sus tiempos de juventud le gustaba el rock y militaba en una banda.

Fue en los 60 cuando Bermejo tras un breve paso por la tuna de Economía, formó un grupo con amigos. Eso sí, según su propio testimonio, fue un acto de rebeldía contra el régimen de Franco, donde los artistas eran considerados, según ha dicho él mismo, el escalón más bajo de la sociedad. Su grupo, Los Cirros, llegó a grabar un disco gracias a la financiación de los Jesuítas. Bermejo decía que "fue como agarrarse a la última tabla, porque los sellos importantes no nos querían fichar".

Su vida política

La vida política de Moreno Bonilla era su pasión según sus amigos. Tanto que Interrumpió los estudios y fue en la lista de las elecciones municipales de 1995 que ganó Celia Villalobos. En ese momento, Juan Manuel Moreno Bonilla se convirtió en concejal de Juventud y Deportes y del distrito Campanillas-Puerto de la Torre.

En 1997 se convirtió en parlamentario andaluz al sustituir a la hoy alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. En ese mismo año se convirtió en el presidente nacional de Nuevas Generaciones.

En el Parlamento andaluz estuvo hasta el 2000. Ese año se presentó en las listas de las elecciones generales al Congreso, pero no lo hizo por Málaga, donde las cuitas internas de la época lo dejaron fuera de la candidatura, sino por Cantabria. Salió elegido y en esos últimos cuatro años de Aznar como presidente fue miembro de la diputación permanente y portavoz de la Comisión de Ciencia y Tecnología.

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