El presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, ha hablado En Casa de Herrero, de esRadio, de la querella interpuesta en la Audiencia Nacional que acusa a ETA de genocidio y que busca, como la que interpuso Covite en La Haya, que los delitos de la banda no prescriban. Portero ha lamentado que la querella se haya conocido ya porque perseguían una "discreción absoluta" en este proceso. La familia de la víctima responsable de la querella también está molesta por la filtración del nombre porque podría "generarles problemas".
Una vez hecha pública, Portero ha resaltado que el objetivo de la asociación es "evitar la prescripción" de los atentados que siguen sin resolverse y que sean procesos impulsados por las familias de las víctimas.
El caso está ahora en manos del juez Gómez Bermúdez, de quien esperan que asuma este "hito histórico". La querella, ha apuntado, consiste en 300 páginas con otras 900 de anexos. "Creo que con eso tiene justificación suficiente" pero "ha querido pedir informes". "Le ha tocado esta patata calentísima y tan importante para las víctimas", ha continuado antes de destacar que el juez siempre buscó "la imprescriptibilidad de los delitos". "Espero que la justicia funcione", ha insistido.
Portero ha subrayado que no dudan de que en el País Vasco se ha vivido un "genocidio que va a asociado a una limpieza étnica". Piden hasta 500 testificales para "demostrar esa limpieza étnica" con "ataques a grupos concretos", entre los que ha citado policías, jueces y políticos. Espera que el caso no se atasque y que tampoco afecte al proceso abierto en La Haya. Sobre el juez, ha reiterado que "se lo hemos dejado en bandeja".
"Acabemos ya con la palabreja de conflicto político", usada por la banda y su entorno. Según Portero, "esto ha sido un conflicto genocida donde unos asesinaban y otros ponían las cabezas. Unos han sido los nazis y otros han sido las víctimas".