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La estrategia de la infanta: esposa confiada e ignorante

Con más de 500 evasivas, la infanta dijo no saber siquiera qué es el IRPF o una desgravación pese a ser titulada superior y tener un cargo directivo.

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La infanta Cristina declaró el pasado 8 de febrero ante el juez José Castro que ella y su marido, Iñaki Urdangarín, no hablan "de negocios en casa. Nosotros no teníamos costumbre de hablar de las actividades de Nóos, teníamos otros muchos temas de los que hablar y realmente no hemos hablado nunca de esto".

Libertad Digital ha tenido acceso a la transcripción de la declaración íntegra de la hija del Rey ante el magistrado, que ya ha sido notificada a las partes y que consta de 114 folios con 1063 preguntas. Entre las imprecisiones en que incurrió, unas 400 veces dijo "no lo sé" a las preguntas que le formularon, mientras que unas 50 señaló "no lo recuerdo". Las respuestas más repetidas son "no, señoría; no me consta; lo desconozco, no lo sabía".

A lo largo de las seis horas de declaración la infanta trató de mostrar a capa y espada la confianza ciega que tiene o tenía en el Duque de Palma: "Yo confiaba en mi marido y mi marido ha hecho las cosas de la mejor manera posible y confío en que lo ha hecho bien". "Mi marido siempre ha actuado en la legalidad", enfatizó. La segunda idea que recalcó hasta la saciedad es que de los asuntos económicos del matrimonio se ocupaba Urdangarín. Ella no sabía nada.

Pese a decir que es licenciada en Ciencias Políticas y explicar, con cierto detalle, sus funciones en un puesto aparentemente cualificado, como es el directora del área internacional de la Fundación La Caixa, la infanta exhibió en la declaración una nula cualificación profesional.

Especialmente llamativas fueron sus respuestas en materia tributaria, mostrando un desconocimiento absoluto en las cuestiones más básicas. Ignorancia que contrasta, en lo que parece un lapsus, con otras respuestas en las que disculpa a su marido de supuestas irregularidades que, a la vista de su total desconocimiento fiscal, debería ignorar por completo, ya que, en teoría, desconoce el significado de los conceptos a los que se refiere el juez.

Extracto de la biografía de la Infanta en la web de la Casa Real.

No sabía nada de Aizoon

La infanta respondió al juez sobre la sociedad pantalla Aizoon: "Participé en Aizoon porque mi marido me lo pide y por confianza en él, me pareció bien y lo acepté". "Porque confiaba en él, él me lo sugirió y así lo acepté", añadió la Duquesa de Palma.

Cuando el magistrado José Castro comienza a mostrarle a la hija del Rey un centenar de facturas relacionadas con Aizoon, la infanta explica que la mayoría de ellas las desconoce. En un momento de la declaración responde: "Yo lo que le puedo decir señoría es que no he tenido el control sobre Aizoon, ni sobre las cuentas de Aizoon, entonces, estas facturas yo no las he visto".

En otro momento, el juez interroga a Cristina de Borbón sobre cómo se acordaban las decisiones en Aizoon. Castro le pregunta : "Entonces, esto cómo se hacía, llegaba su marido y le decía 'oye hemos acordado esto firma aquí y ¿usted firmaba?" La infanta: "Probablemente fuera así".

La hija del Rey era copropietaria al 50% con su marido de la dicha mercantil por lo que el instructor del caso Nóos le realizó numerosas preguntas sobre por qué participaba en la misma: "Mi marido me lo propone y yo acepto, crea Aizoon para canalizar sus ingresos profesionales y a partir de ahí yo no he tenido nada más que ver, ya lo ha llevado él y yo no he intervenido en nada". De hecho, la infanta llega a decir a su señoría que ella se ha enterado "recientemente" de que las oficinas de Aizoon estaban ubicadas en la planta primera del palacio barcelonés de Pedralbes.

Escudo fiscal

En otro punto de la declaración el juez le pregunta por si ella sirvió de "escudo fiscal" de Aizoon frente a la Agencia Tributaria. La hija mediana del Rey responde :"Nunca creo que se me haya utilizado como escudo fiscal y de haberlo sabido...". "Nunca hubiese aceptado que se me hubiese utilizado como escudo fiscal, nunca". El juez le repreguntó: "Pero, ¿es usted consciente que ha podido ser utilizada sin saberlo?". La infanta contesta: "No, ni lo hubiese aceptado, ni me consta,casi me ofende señoría".

Siguiendo en esta línea, el instructor le pregunta -sin querer "ofender a nadie"- si piensa que "ha podido recibir un trato privilegiado de la Hacienda Pública. La infanta le manifiesta que "no, nunca lo he pensado y, si me permite señoría, me gustaría explicarle que, precisamente por ser hija del Rey, quizá se me ha sometido a un escrutinio mayor y se me ha mirado con más detalle todos los temas relacionados con la administración y con temas delicados y referentes a la Hacienda. Siempre he ido con mucho cuidado y he cumplido con mis obligaciones y, señoría, de verdad creo que no es así".

Asimismo, el juez José Castro le pregunta a la infanta si existe alguna norma "escrita o dicha" de que un miembro de la Casa Real no se puede involucrar en actividades de entidades o fundaciones si éstas no tienen una rodadura dilatada. La infanta responde que "sí, en general sí, pero siempre hay alguna excepción". "Pero, si en general existe ese principio, ¿por qué se deroga para esta caso?", insiste Castro. "Señoría no lo sé, pero si les hubiese parecido mal que se hubiese constituido pues que lo hubiesen hecho saber", responde la esposa de Iñaki Urdangarín.

Además, la Duquesa de Palma declaró sobre su matrimonio con Urdangarín, a preguntas de su abogado: "Yo me ocupaba de los niños, sus actividades, de la escuela y de todo lo que tenía que ver con ellos, con médicos y demás, y mi marido se ocupaba de toda la parte de los gastos".

Sin responder a 'mails'

Cristina de Borbón también dijo al instructor que no respondía a todos los correos electrónicos porque tenía "otros muchos mails".También a cuestiones formuladas por su letrado, la infanta dijo que no tiene conocimientos jurídicos ni tributarios, y "muy básicos" en el ámbito económico.

En referencia a su trabajo profesional en la Caixa, doña Cristina señaló que "algunas veces" e incluso "generalmente" ha firmado documentos sin haberlos leído previamente.

Argumentó que la lectura de estos documentos dependía de si la persona que se lo presentaba para rubricarlos era de "confianza" de su departamento. "Si tengo confianza en la persona que me los presenta, pues los firmo", aseguró.

La infanta manifestó además que en algunas de la actas de juntas de Aizoon y otros documentos algunas de las firmas no le parecía que fueran la de su marido.

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