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Fernández Díaz: "La Guardia Civil y la Policía nos bastan como verificadores"

Gallardón se pone de perfil cuando le preguntan por la ilegalización de las marcas herederas de Batasuna: "No responde a un principio de oportunidad".

El Gobierno no necesitó escuchar a los denominados "verificadores" para ver en el nuevo paso de la banda terrorista ETA "más de los mismo" ante lo que no hay que cambiar la hoja de ruta. Todo se trata de "un último ejercicio de escenificación", en palabras de Jorge Fernández Díaz minutos antes de la nueva escena de "teatro".

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"Es una etapa más de un ejercicio de tramitación, de escenificación que lleva realizando ETA desde que el 20 octubre de 2011 anunció el cese efectivo de su actividad terrorista porque estaba derrotada", resumió el titular de Interior en una preparada respuesta al término del Consejo de Ministros.

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Fernández Díaz admitió que todo paso que acerque a la entrega total de las armas y la disolución de la banda es "positivo", pero puso en cuarentena ese extremo. "Si es verdad que quieren entregar las armas, es muy fácil", afirmó con rotundidad, para a renglón seguido explicarse: que informen a las fuerzas de seguridad de dónde se encuentran ubicados los arsenales para proceder a su requerimiento.

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"Con la Guardia Civil y la Policía nos basta y nos sobra", ofreció como titular redondo, rechazando el papel de los verificadores. "Con todos los respetos, no nos han falta", repitió en varias ocasiones. Esto es, "no vamos a hacer caso a nada de esto", en palabras de fuentes consultadas, porque "de quienes nos fiamos aún nos dicen que debemos de estar en alerta".

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En este sentido, el propio ministro quiso dejar también claro que "el Estado de Derecho no está en tregua", ni va a estarlo hasta la disolución incondicional de ETA. Y sacó pecho de los arrestos realizados (99 etarras) desde que Mariano Rajoy es presidente así como de las estructuras desmanteladas en colaboración con los países amigos.

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Soraya Sáenz de Santamaría no tomó la palabra y dejó al ministro todas las explicaciones: "Se presentan como una organización que en aras de la paz deja las armas, como si la sociedad tuviera encima que darles las gracias porque ya no nos van a cometer al yugo del terrorismo y no nos van a matar. Si quieren entregar las armas es muy fácil", argumentó.

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Y, aún yendo más allá, consideró que más importante que el acto de los verificadores –una comparecencia sin opción a preguntas- era el que se celebró en el Parlamento Vasco este mismo viernes; un homenaje a dos víctimas de ETA que murieron "por defender sus valores y la libertad". "Ese tributo es más necesario que nunca", sentenció.

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Sin novedades sobre la ilegalización

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La firmeza ante el supuesto desarme de ETA quedó diluida a la hora de hablar de la ilegalización de las marcas herederas de Batasuna. Aunque esta misma semana el Partido Popular observó motivos para ello -en voz de Carlos Floriano-, el Ejecutivo volvió a lavarse las manos y dejó la toma de decisiones a la Justicia. La Fiscalía y la Abogacía del Estado "tienen instrucciones para estar permanente atentos", afirmó Alberto Ruiz Gallardón, también presente en la comparecencia.

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Según el ministro de Justicia, las "líneas rojas" están claras pero no se puede responder "al principio de oportunidad" sino al de "legalidad". En caso de que llegue el momento, el Ministerio Fiscal "pondría en marcha automáticamente" el proceso de ilegalización de las marcas, si bien ese momento todavía no ha llegado y no hay visos de que ocurra.

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