El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de la Generalidad, Francesc Homs, ha justificado al "emprendedor" independentista, Àlex Fenoll, que se encaró con el príncipe Felipe, le negó la mano y corrió a contarlo. En la tradicional rueda de prensa de los martes en las que se explican los acuerdos del gobierno convergente, aprovechó para justificar la actitud de Fenoll, que según la mano derecha de Artur Mas "expresa un malestar latente en la sociedad catalana".
Hay que recordar que el incidente se produjo en el espacio ocupado por la Generalidad en la Feria del Mobile World Congress, que Fonell estaba rodeado de cargos de la administración autonómica que le habían facilitado colocarse en la primera fila al paso de la comitiva del príncipe y que Mas, el consejero de Industria, Felip Puig, y el alcalde de Barcelona saludaron efusivamente al protagonista del sonado incidente justo después de producirse, puesto que acompañaban a don Felipe en el "pasamanos" por el recinto.
Homs, que es también el impulsor de la denuncia de la Generalidad contra algunos de los periodistas y tertulianos que han criticado a Mas, a CiU o al proceso separatista, ha afirmado que él sí le hubiera dado la mano al príncipe, "pero no creo que sea una actitud (la de Fenoll) agresiva".
El desplante se completó con las risas de Mas y Puig, sus "encajadas" de manos con Fenoll y las declaraciones de este exmilitante de "Solidaritat per la Independència" (el partido de López Tena y Laporta) a los medios independentistas. Veinticuatro horas después, Homs ha terminado por despejar las pocas dudas que cabían sobre el número montado ante el heredero de la Corona. Fenoll contó con la complacencia y el amparo de altos cargos de la Generalidad, tal como recoge hoy hasta La Vanguardia en una crónica sobre el paso del príncipe por el salón del teléfono móvil.
A finales del año pasado, el consejero Homs filtró que se había reunido en Madrid con el príncipe Felipe en un intento de lograr su mediación en las negocaciones entre el Gobierno y la Generalidad. Tal gestión no parece haber fructificado, a tenor de las descortesías acaecidas y problemas surgidos en los dos primeros días de la visita del Príncipe a Cataluña.