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¿Por qué furgoneta Kangoo es una prueba falsa?

Todos los indicios que apuntan a que la Kangoo es una prueba amañada.

  1. En primer lugar, no se comprende para qué querrían los terroristas dejarse la furgoneta allí. No tiene ningún sentido que unos terroristas que no pensaban suicidarse dejen allí el vehículo, y encima cargado de pruebas, en lugar de encargar a un compinche que se lleve la furgoneta después de bajarse de ella los portadores de las bombas.
  2. Tampoco está claro cómo consiguieron los terroristas la furgoneta. En teoría, se la habían robado a un ebanista jubilado de Torrelodones, pero la cerradura no estaba forzada.
  3. Además, la matrícula de esa furgoneta no estaba doblada, lo cual no tiene sentido. Si unos terroristas van a cometer una acción, no se desplazarían hasta su objetivo en una furgoneta robada que tuviera las matrículas sin doblar, porque se arriesgarían a ser interceptados en cualquier control rutinario.
  4. De los dos testimonios de personas que vieron a los presuntos ocupantes de esa furgoneta en la mañana de los atentados, uno de ellos (el de la taquillera de la estación) nos dice que esos terroristas hablaban "en español, con acento de español". El otro testigo, un portero de una finca cercana, afirma que los presuntos terroristas tenían aspecto de europeos del este.
  5. El testimonio de la taquillera revela también que el presunto terrorista no tenía prisa ninguna. En lugar de comprar un billete de antemano, o de adquirirlo en las máquinas automáticas, para llamar menos la atención y no hacer cola, el terrorista se entretuvo en hablar con la taquillera, pidiendo primero un billete para Coslada y luego cambiando de idea y adquiriendo otro para Torrejón.
  6. En la furgoneta no había huellas dactilares ni rastros de ADN. De ninguno de los 116 detenidos durante la instrucción del sumario, ni tampoco de ninguno de los presuntos suicidas de Leganés. ¿Tal vez usaron guantes para conducir la furgoneta?
  7. Pero, si eran tan cuidadosos como para usar guantes con el fin de no dejar huellas, ¿por qué se dejaron prendas de ropa en la parte trasera de la furgoneta, que tan fácilmente permitían identificar su ADN?
  8. Según los testimonios de los policías que estaban en Alcalá aquella mañana, y según el testimonio del operario de la grúa que remolcó la furgoneta hasta dependencias policiales, en la parte trasera de aquella furgoneta no había, en realidad, ninguna prenda de ropa aquella mañana. Las prendas de ropa aparecieron luego, en el complejo policial de Canillas.
  9. Aquella furgoneta fue revisada externamente por dos perros. Uno de ellos llegó incluso a entrar dentro de la furgoneta y tuvo su nariz a escasos centímetros de donde nos dicen que luego apareció un resto de cartucho. Ninguno de los perros olió ningún explosivo.
  10. Para explicar que los perros no olieran el explosivo en Alcalá, se nos dijo que los perros podían estar cansados de efectuar intervenciones aquella mañana. Pero lo cierto es que esos perros sólo habían hecho dos servicios antes de ir a Alcalá y no habían estado en ningún momento en ninguno de los escenarios de explosión, así que la explicación de que tenían la nariz saturada no se sostiene.
  11. Cuando la furgoneta fue llevada al complejo policial de Canillas, aparecieron prendas de ropa, un resto de explosivo y siete detonadores. Dejando aparte que esas prendas de ropa no fueron vistas por nadie esa mañana en Alcalá, y que el resto de explosivo no fue olido por los perros, tampoco la presencia de detonadores tiene ningún sentido. Si las bombas ya estaban montadas, ¿para qué querrían los terroristas introducir en la furgoneta siete detonadores sueltos?
  12. Nos contaron que en esa furgoneta apareció también (al registrarla en dependencias policiales) una cinta coránica. De hecho, esa cinta fue muy importante a la hora de vender a la opinión pública la tesis de la autoría islámica. Sin embargo, no parece que la propia policía diera a esa cinta una gran importancia, porque cuando devolvieron la furgoneta a su legítimo dueño, se la devolvieron con cinta coránica incluida, en lugar de conservar la cinta como prueba
  13. En la furgoneta de Alcalá apareció un resto de Goma2-ECO que se envió a analizar a la Policía Científica, junto con una muestra patrón extraída (según los Tedax) de un cartucho de Goma2-ECO. Y el resultado de ese análisis arrojó un resultado curioso: el resto encontrado en la furgoneta Kangoo era, en efecto, Goma2-ECO, pero estaba contaminado con metenamina, un componente que se usa, entre otras cosas, para preparar explosivos militares. En el explosivo de la mochila de Vallecas, por contra, no apareció metenamina. Por tanto, ambos explosivos tenían un origen distinto.
  14. Todavía más curioso es el hecho de que la muestra patrón enviada por los Tedax también estaba contaminada con metenamina. La lógica nos dice, por tanto, que el resto encontrado en la furgoneta Kangoo y la supuesta muestra patrón no eran más que dos trozos de un mismo cartucho de explosivo.
  15. Esa intuición se ve corroborada por otro hecho demoledor: el análisis granulométrico del resto de cartucho encontrado en la furgoneta Kangoo y del trozo de cartucho aportado como patrón por los Tedax coinciden milimétricamente. Y los dos difieren, a su vez, del análisis granulométrico de la Goma2-ECO que contenía la mochila de Vallecas. Por tanto, el resto de cartucho encontrado en la furgoneta Kangoo ydel trozo de cartucho aportado como patrón por los Tedax tienen un mismo origen y el explosivo de la mochila de Vallecas otro.
  16. Para no tener que explicar cómo era posible que el resto de explosivo de la furgoneta estuviera contaminado y, sobre todo, que la supuesta muestra patrón estuviera contaminada de la misma manera, el jefe de los Tedax, Sánchez-Manzano, ocultó esta contaminación al juez Del Olmo, haciéndole creer en uno de sus informes que la metenamina forma parte de la composición de la Goma2-ECO.
  17. El leer las actas de la Comisión de Investigación del 11-M no hace sino acrecentar las sospechas de que las pruebas "aparecidas" en la furgoneta Kangoo cuando se realizó la inspección ocular en el complejo policial de Canillas, son pruebas colocadas. Porque en esa Comisión, en lugar de llamar a declarar al policía cuyo perro había entrado dentro de la furgoneta al inspeccionarla por la mañana en Alcalá de Henares (el policía que tuvo la oportunidad de ver el interior del vehículo), a quien se llamó a declarar fue al policía cuyo perro sólo había examinado la furgoneta por fuera. Como si no existiera el menor interés en que nadie pudiera comentar públicamente lo que esa furgoneta contenía antes de llegar al complejo policial de Canillas.
  18. Pero la prueba definitiva de manipulación la proporciona el análisis de las horas. Según el informe de inspección ocular, esa furgoneta llegó al complejo policial de Canillas a las 15:30, siendo recepcionada por la Policía Científica. Sin embargo, la realidad es que esa furgoneta llegó a ese complejo policial una hora antes de lo que nos dijeron, y quien se hizo cargo de la furgoneta durante esa hora en que el vehículo estuvo "desaparecido" a efectos oficiales fue la unidad de Tedax dirigida por el comisario Sánchez-Manzano, tal como confirmó el conductor de la grúa encargada de llevar la furgoneta hasta el complejo policial. Por tanto, alguien consignó una hora falsa de entrada de la furgoneta en el complejo policial, y la furgoneta estuvo "perdida" casi una hora a efectos oficiales (más información sobre este extremo aquí).

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