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Mas fracasa en Europa: las doscientas formas de decir "no" al separatismo

El eurodiputado Tremosa pasó de pedir sanciones para el defensa Pepe y Pedro J. a exigir a la UE que avalara el "derecho a decidir".

Los impulsores del proceso separatista catalán dedican casi todos sus esfuerzos a la "internacionalización del conflicto", pero no hacen más que cosechar portazos, negativas o en el mejor de los casos significativos silencios. La teórica complicidad que el nacionalismo daba por segura ante la demanda del "derecho a decidir" es, en realidad, un objetivo inalcanzable a tenor de las respuestas del Consejo y la Comisión europeas al bombardeo de preguntas del eurodiputado convergente Ramon Tremosa.

Mientras Convergència, ERC y la "Assemblea Nacional Catalana" (ANC) difunden la especie de que Cataluña se mantendrá en la UE en caso de ruptura con España y que cada vez son más los agentes internacionales favorables a la secesión, la Comisión Europea se ha pronunciado en más de doscientas ocasiones contra los planes de Mas y la ANC. Son las respuestas reiteradas a las preguntas parlamentarias de Tremosa, cuyo principal cometido en los últimos años ha consistido en exigir a la Comisión y al Consejo un reconocimiento favorable de las prédicas soberanistas del derecho a decidir e incluso el amparo europeo al "proceso democrático catalán". Tremosa lo ha intentado de todas las maneras y con cualquier pretexto, tal vez en la confianza de que la Comisión Europea cediese a su insistencia o cometiera el desliz de entrar al trapo.

El eurodiputado ha realizado 1.041 preguntas, sólo unas pocas alusivas a temas como el tamaño de los boquerones, la venta de pan de panificadoras industriales o la plaga del caracol manzana. El resto, agenda soberanista. El cometido de Tremosa ha sido el de trasladar el "proceso" a Europa, pero el fracaso ha sido notable. Tremosa ha blandido todo el temario independentista, desde la lengua y los medios de comunicación hasta los artículos de Pedro J. Ramírez o los clásicos Barça-Real Madrid. El combativo europarlamentario llegó a pedir que la Unión Europea sancionase al defensa Pepe tras un partido de la Copa del Rey e interpeló a la Comisión: "¿Considera satisfactorio la Comisión que en el Comité de Competición español nadie vaya a ocuparse de esta caso de violencia en el deporte?". Se refería a uno de los lances del juego que había pasado inadvertido árbitro y añadía: "Casos similares como el descrito han ocurrido en las últimas semanas en otros Estados Miembros, como Italia y el Reino Unido. En ellos la comisión disciplinaria ha tomado partido en menos de 24 horas y ha condenado a jugadores por comportamientos antideportivos. ¿Está satisfecha la Comisión de saber que existen tales diferencias entre Estados Miembros?". Como ya llovia sobre mojado a principios de 2012 y Tremosa se había cultivado fama de pertinaz y osado, la Comisión con la plantilla "competencia de España" adaptada a la ocasión: "La definición y la aplicación de las normas deportivas relativas a la organización de eventos y a la buena conducta en el deporte de competeción son responsabilidad de las organizaciones deportivas y de las autoriddes de los Estados miembros".

En materia lingüística y mediática también ha destacado Tremosa en Europa. Desde el minuto uno de la legislatura se erigió en delegado de TV3 ante las autoridades comunitarias. La cancelación de las emisiones del canal autonómico catalán en la Comunidad Valenciana movilizó al eurodiputado, que presentó decenas de preguntas al respecto, por la vía de la lengua, de la libertad de expresión y de las normativas de la televisión sin fronteras. La Comisión respondió las primeras veces con un cierto tono de paciencia y pedagogia. Así, se puede leer en una de las respuestas: "El asunto planteado por Su Señoría se refiere a la suspensión de la radiodifusión terrenal de un canal catalán en otra comunidad autónoma española, por lo que se trata d eun asunto puramente interno que no afecta a ningún Estado miembro".

Tremosa también ha explorado las posibilidades legales de la secesión de Cataluña. En decenas de ocasiones. Las respuestas de la comisión oscilan entre la "no competencia", la "competencia de los Estados miembros", el "ya se le contestó a esa pregunta" y finalmente el silencio. Desde la manifestación contra la sentencia del Estatut, en 2010, hasta la cadena independentista del septiembre pasado, Tremosa no ha dejado de preguntar todas las semanas por lo suyo. Por ejemplo, el 27 de septiembre de 2014 dirigía tres preguntas en una a la Comisión:

  • "¿Ha pedido algún Estado miembro la opinión legal de la Comisión sobre el proceso que debería seguir una región europea que declarase su independencia de forma democrática?"
  • "¿Ha planteado el Estado español a la Comisión alguna situación concreta con respeto a la posible independencia de Cataluña?"
  • "En caso negativo, ¿puede un funcionario con obligaciones de portavoz posicionarse sobre cuestiones políticas con respecto a las que la Comisión no tiene una opinión firme?".

El funcionario aludido no era uno solo sino que hasta Durao Barroso se había mostrado meridiano en las negativas a Mas y su proceso. La respuesta de la Comisión es un resumen de sus diversas actitudes ante Tremosa y dice así: "Tal y como observó la Comisión en su respuesta a la pregunta escrita E-008133/2012, su papel no consiste en posicionarse sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular".

Tremosa también llevó la campaña del CAC contra los periodistas críticos con el proceso separatista al ámbito europeo. En un solo texto, combinó tres de sus grandes obsesiones, Madrid, Cataluña y el Barça al pedir explicaciones tanto a la Comisión como al Consejo en los siguientes términos: "El director de El Mundo compara el Camp Nou y la bandera catalana al saludo fascista y a Berlín 1936 en flagrante oposición a los valores fundamentales de la Unión Europea". La pregunta está registrada el 8 de octubre de hace dos años. "La comisión no tiene nada que decir sobre la situación a la que se refiere Su Señoria" fue la respuesta del primer organismo. "No corresponde al Consejo formular observaciones sobre artículos de prensa", la del segundo.

Pregunta a pregunta, Tremosa ha conseguido una colección de más de doscientas respuestas de las instancias europeas en contra de las pretensiones soberanistas de la Generalidad, un registro de negativas que contrasta con la teoría firmemente sostenida por los nacionalistas de que Europa aceptará el "derecho a decidir" y la independencia catalana.

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